CAFECITO CON

AMALIA ANDRADE: “TODO COMENZÓ CON UN CORAZÓN MUY ROTO”

Nombre: Amalia Andrade
Profesión: Escritora e Ilustradora
Nacionalidad: Colombiana
Signo zodiacal: Acuario
Instagram: @amaliaandrade_

Este Cafecito Con es una adaptación del Episodio 15 de The Latinness Podcast con la autora e ilustradora colombiana Amalia Andrade. La entrevista es la primera de una trilogía presentada por Cartier, que celebra 100 años de la icónica colección Trinity, un símbolo perdurable de amor, amistad y fidelidad. En esta serie, exploramos las historias de tres creativos extraordinarios cuyas obras y vidas encarnan estos valores.

El siguiente es un extracto de nuestra conversación con Amalia, donde comparte la inspiración detrás de sus libros Uno siempre cambia el amor de su vida por otro amor o por otra vida, Cosas que piensas cuando te muerdes las uñas (2017), Tarot magicomístico de estrellas pop (2018) y su más reciente, No sé cómo mostrar dónde me duele (2023). La creativa habla sobre cómo ha superado el síndrome del impostor y el perfeccionismo a través de su arte, sus experiencias como mujer abiertamente queer y mucho más. 

Imágenes por Andrés Oyuela

Sobre el proceso de escribir su primer libro.

AMALIA: Todo comenzó con un corazón muy roto. Me rompieron el corazón mucho, mucho. Escribo desde muy chiquita; recuerdo el momento en el que supe que ser escritora era una profesión viable. Estaba leyendo Little Women y me di cuenta de que la protagonista, Jo March, era escritora, y dije: “paren todo, espérense; esto es una profesión”. Desde ese día quise ser escritora. 

Como mencioné, tenía el corazón muy roto, así que pensé que debía haber un libro ahí afuera que lo ayudara a uno a navegar esto. “Voy a escribirlo. Quiero escribirlo”, afirmé. 

Llevo mucho tiempo trabajando en la industria editorial. Había publicado en diferentes revistas y una editorial se acercó a mí y me propuso: “haz un pitch, una propuesta”, de manera que me tocó sentarme a hacer todo muy profesional y seriamente. Así nació Uno siempre cambia al amor de su vida por otro amor o por otra vida.

No es cuestión de magia; en ningún mundo lo es. A veces sí siento esa sensación de que es good luck, y claro que mucha parte de mi carrera tuvo algo que ver con la buena suerte o con un factor que es hermoso y al que no quiero ponerle un nombre. Pero también he de decir que era la más nerd; de hecho, sabía los nombres de todos los editores en Colombia y en Latinoamérica, cómo era el proceso de publicación, cuándo se necesitaba un agente o cuándo no. Sí, hay que estar preparado…

Sobre el perfeccionismo y aventurarse en la ilustración.

AMALIA: Creo que gran parte de mi trabajo lo dedico al error. Soy una persona muy perfeccionista; vivir dentro de mi cabeza no es chévere. Es algo que hablo mucho en terapia: sufro del síndrome del impostor y sufro con sentir que mi trabajo siempre podría estar mejor, que no se encuentra al nivel de los estándares. 

Mi práctica creativa está muy ligada a mi experiencia vital, a cómo abordo la vida, a cómo la transito, a cómo integro las cosas buenas y malas que me pasan. También es un lugar de expansión y de sanación. Esto fue algo que descubrí viviendo con esta voz, que además está conmigo desde muy chiquita. 

Entendí que tenía que perderle el miedo al error, que en el error hay magia y que en él también se encuentra la voz. Entendí que tenía que perder el miedo a fracasar, porque de lo contrario nunca iba a hacer nada. Cuando hice las paces con el error, pude percatarme de que me era más fácil en el dibujo que en la escritura, quizás porque tengo una formación en literatura, pero no como ilustradora, entonces me permito la licencia de decir: “bueno, igual no sé qué estoy haciendo”.

Al comenzar a dibujar me di cuenta de sus poderes terapéuticos. Ustedes que son madres saben que cuando un bebé llega a este mundo, nace listo para escuchar música. Por ejemplo, no te tienen que explicar que puedes bailar; le pones música a tu bebé y él lo hace. 

Pasa exactamente lo mismo con el dibujo: una vez un niño tenga grip capability, si le das una crayola, sabe instintivamente que eso es para rayar. Entonces, ¿qué pasa? El dibujo muchas veces es preverbal, o sea, esos primeros rayones los hacemos antes de tener el lenguaje profundamente desarrollado. De ahí que el dibujo nos permita acceder a partes de nosotros que no necesariamente se instalan en lo verbal. Es un espacio muy bonito de sanación y es desde ese lugar que hago mi práctica de ilustración.

Sobre el humor y la salud mental. 

AMALIA:  El humor es lo que me saca de cosas profundamente tristes; es mi herramienta para navegar las dificultades. 

Por ahí en TikTok y en redes hay un trend: “mis traumas, mis chistes” y es 100 % real. Para mí el humor es un lugar desde el cual sano mis traumas. Por eso en cuanto al desamor y los duelos, que es el tema de mi primer libro, así como con los miedos y las ansiedades, que es el tema de mi segundo libro, era tan importante hablar con humor.

El humor es maravilloso porque te desarma y cuando lo hace, entiendes mejor las cosas. En un mundo en el que estamos tan llenos de información, que esta esté al alcance de nuestra mano no significa que la estemos integrando. No lo hacemos. 

Eso es lo que pasa con la salud mental: hay mucha información, pero luego escuchas a una persona a tu lado contando una historia y solo puedes pensar: “amiga, ¿por qué no has ido al psiquiatra?”. Hay quienes responden: “No, porque qué tal que me den pastillas”. Pues no pasa nada, te las tomas y ya. Es como si cuando vas a atravesar un pantano y te dicen que te pongas botas… pues te las pones. 

En conclusión, el humor y el arte, en últimas, tienen el poder de calarle a uno y de hacerle entender cosas que la información en sí misma no puede.

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