DETRÁS DEL LENTE

EL ALTIPLANO, BOLIVIA POR ALDAHIR FLORES

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Aldahir Flores es un joven talento boliviano que se ha dado a conocer en su país en poco tiempo gracias a su perspicaz ojo. Actualmente estudia la Licenciatura de Arte en la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno en Santa Cruz, Bolivia, y está especializado en fotografía y producción artística. Su trabajo visual combina códigos de moda, fotografía de calle y arte contemporáneo. 

Mientras colaboraba con el Museo de Arte Originario y Popular de las Tierras Bajas, en Santa Cruz, pudo explorar la riqueza cultural de su país, en especial la región oriental. Pero su curiosidad no tiene límites y fue justo eso lo que lo llevó al Altiplano boliviano, donde recorrió paisajes icónicos del contexto andino, incluyendo la Isla del Sol, El Valle de la Luna, El Salar de Uyuni y el Lago Titicaca, una experiencia idílica que capturó desde su perspectiva única.

Instagram: @espectador_domesticado

Nos puedes contar brevemente sobre este viaje. ¿Qué te llevó allí?

A mediados de octubre del año pasado, fui invitado como director de arte a la producción de un proyecto fotográfico y literario que me llevó a recorrer una significativa parte del Altiplano de Bolivia. Fue un viaje de tres semanas por una serie de singulares destinos, que se planteó con el propósito de hacer una edición del libro El principito traducido al Aymara, que no solo incluyera la traducción del texto, sino también de todo el contenido visual de la publicación original. 

¿A qué huele el Altiplano?  

Huele a seco.

¿Y a qué sabe?  

A mate de coca.

¿Mejor descubrimiento del viaje? 

Las truchas de Copacabana (el salmón boliviano), el segundo mejor descubrimiento después de América.

Si tuvieras que escoger tu actividad preferida en el Altiplano, ¿cuál sería? 

El Lago Titicaca y haber empacado calcetines extra.

¿Cuál fue tu primera impresión o sensación del Altiplano?

¡Mareos de entusiasmo!

Si el Altiplano tuviera un filtro, ¿cuál sería? 

Filtro UV Factor 80. Pero si de filtros de Instagram estamos hablando, habría que crear uno que se llame “El Alto”, con poca saturación, poco contraste, algo de sobreexposición y remover el balance de blancos según la estación.

Si el Altiplano tuviera un soundtrack, ¿qué canciones estarían incluidas?

Todo el álbum Jallalla de Lagartijeando, definitivamente.

Cuando viajas al Altiplano, no te puedes perder…

Tus aspirinas ni tus monedas para el minibus. 

¿Una comida o bebida típica? 

Jawitas, unas empanadas de queso tipo mozarella; api, una bebida caliente de maíz morado, y llajua, una salsa picante preparada con ají locoto molido.

¿Algo que todos deberían saber antes de visitar el Altiplano?

¡Que el sol de verdad está muy cerca! No compren pasankallas (insuflado de maíz), es una trampa… es solo pororó (consejo para los que viven en Santa Cruz, como yo). Deberías tomarlo con calma, si no quieres perder el aliento.  

¿Qué es lo más especial y único del Altiplano, algo que no hayas visto en ninguna otra parte? 

Qué sus paisajes son difíciles de consumir. El Altiplano no te permite ser un turista más, tienes que ganarte el permiso a pulmón para poder recorrerlo y conocer todo su esplendor y belleza.

¿Alguna palabra o slang local? 

Estido, que significa “comodín” en el lenguaje boliviano. Sirve para referirse al nuevo estado de alguna cosa o persona, sea cual sea. Ejemplo: “El Aldahir se ha estido en su viaje, bien kencha (con poca suerte) había sido”.

Para ti, ¿qué es la belleza? 

La belleza se encuentra en el acto de darle el paso libre a tus sentidos y tu corazón para percibir todo lo que vivimos.

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