CAFECITO CON

MARIANA DI GIROLAMO: “HAY QUE SOLTAR PARA VOLVER A ENCARNAR”

Nombre: Mariana Di Girolamo
Profesión: Actriz
Nacionalidad: Chilena
Signo zodiacal: Libra
Instagram: @marianadigirolamo

El 2 de mayo, CHANEL presentó su Colección Crucero 2024/25 en el MAMO, Centre d’art de la Cité Radieuse en Marsella, Francia. Entre los invitados estaba la actriz chilena Mariana Di Girolamo, quien después del desfile compartió sus impresiones sobre la colección con LATINNESS.

LATINNESS: Mari, tenemos entendido que vienes de una familia de artistas; sin embargo, elegiste estudiar medicina.

MARIANA: Sí, estudié obstetricia y puericultura.

LATINNESS: Si hoy tengo que parir, ¿me puedes ayudar?

MARIANA: Creo que no. De hecho, no sería muy ético hacerlo. Estudié solo un año y medio en la escuela de medicina de la Universidad de Chile. Cuando debía entrar a las prácticas en el hospital, me di cuenta de que no era feliz; es decir, no veía un futuro ahí para mí, así que decidí salirme y volver a estudiar, esta vez teatro. 

Es más, mientras estaba en la escuela de obstetricia, tomé un taller de teatro y estando en él montamos la obra Las Grutas, del autor chileno Juan Radrigán. Esa experiencia me hizo vibrar. Me gustó todo: la lectura del guion, el vestuario y disfrutar el espectáculo en vivo. 

Esto no solo fue especial, sino también decisivo para mí. Siempre me gustó cantar y provengo de una familia de artistas. Mi tía Claudia Girolamo, por ejemplo, es una actriz muy conocida en Chile. Mis padres son artistas visuales. Ese fue el contexto en el que crecí y finalmente la sangre tiró. Traté de irme por otro camino, pero los genes me llevaron hasta la Escuela Teatro de la Universidad Católica.

LATINNESS: Aun así debo preguntarte: hoy día se habla mucho de las niñas nepo, ¿definitivamente no fue tu caso?

MARIANA: Pero, ¿sabes qué me pasa? No usan el término de nepo baby; sin embargo, hablan con frecuencia de eso en las redes sociales. Hay mucho hate. En mi caso ese odio es, además, invisible porque no es algo que me hayan dicho a la cara, pero me hacen comentarios de que estoy donde estoy por mi apellido (Di Girolamo), que no audicioné, que llegué hasta acá por pituto. En Chile le decimos “será pitutado”.

Al principio, iba a las entrevistas a desmentir eso. Fui alumna becada de la universidad e hice una audición para entrar a la televisión. Estoy aquí por mis propios medios. Sabía que lo iban a decir igual, así que finalmente me liberé de eso: que hablen, “dejad que los perros ladren”. 

Para mí no es una carga; la verdad es un honor. Me siento orgullosa de formar parte del legado de la familia Di Girolamo.

LATINNESS: ¿Cuál es la habilidad más importante que un actor debe aprender?

MARIANA: Creo que hay que aprender a dejar ir ciertas cosas. En mi caso, por ejemplo, escenas y momentos. Los actores estamos en constante movimiento y aprendizaje, representando personajes y hay un instante en que es necesario dejar ir. Hay que soltar para volver a encarnar y eso es algo que a mí en lo personal me cuesta mucho, es una gran enseñanza.

LATINNESS: Tu salto a la fama fue en el mundo de las telenovelas en Chile. ¿Qué diferencias existen entre las telenovelas mexicanas, chilenas y colombianas?

MARIANA: En Chile les decimos teleseries, en Argentina tiras y en Colombia telenovelas. Son ficciones de larga duración. En este momento, de hecho, estoy en una que tiene entre 80 y 100 capítulos. Son ficciones largas, pero en Chile se presentan en distintos horarios: las de la tarde son más melodramas, la de las ocho de la noche, familiares, y las nocturnas, dramas en los que se tocan otros temas. Es bastante amplio y diverso el concepto. Por lo general se enfocan y piensan en la familia chilena, que se sienta, toma té y come pan con palta frente al televisor, se identifica con los personajes y se maravilla. Y claro, es verdad que ahí partió mi carrera: en la televisión.

LATINNESS: A veces es lo opuesto: muchos actores comienzan en el cine y luego terminan en telenovelas. En el 2019, sin embargo, incursionaste en el cine nada más y nada menos que con Pablo Larraín, siendo la protagonista de Emma. ¿En qué se diferencia el mundo de las telenovelas de hacer cine? ¿Cómo te preparas para un papel?

MARIANA: Es muy distinto. Estaba grabando una teleserie llamada Perdona nuestros pecados, un drama nocturno muy exitoso en esos años y me convocó Pablo para grabar Emma. Tuve la fortuna de poder hacer la película y terminar la teleserie. 

Otra diferencia es que en la teleserie grabas a tres cámaras, que generalmente son fijas. O sea, pasar de la escuela de teatro a la tele fue un mundo y, luego, aprender cómo se hace la televisión y después llegar al cine fue otro. Me refiero a grabar a una cámara con aparatos como la steady cam, el dolly… Además, el lenguaje es diferente, porque en cine TODO significa; cada gesto y cada cosa que propones cuenta, relata. La televisión es mucho más grandilocuente. 

Para mí fue superdesafiante pasar de un formato a otro. Ahora volví a la televisión, así que tuve que hacer un reset rápido; menos mal, tener buenos compañeros, compañeras, directores y directoras, me ha ayudado en ese camino. Eso es muy importante.

LATINNESS: En Emma interpretas a una fantástica bailarina de reggaetón. ¿Siempre te ha gustado bailar?

MARIANA: Me gusta bailar y me gusta el reggaetón, aunque hay gente que lo odia. Soy de la generación de Daddy Yankee, o sea, mis primeros conciertos y fiestas fueron con Don Omar, Duelo de Maestro y Wisin y Yandel.

LATINNESS: Yo soy de la misma generación… Esta noche podemos hacer una fiesta.

MARIANA: Quiero bailar; de hecho, les decía a las chicas qué bueno sería bailar hoy día… Ojalá que sí. Pero sí, interpreté a una bailarina de reggaetón en Valparaíso, pirómana, madre. Emma es una mujer muy power.

LATINNESS: Debes tener muchos castings. ¿Qué hace interesante para ti un papel en estos días?

MARIANA: Es verdad que hago muchos castings. Es difícil. Lo que más me gusta es enfrentar los castings presenciales y eso se ha perdido. Bueno, en realidad tenemos la fortuna de poder hacerlos también para otras partes del mundo a través de Zoom o de self tapes

Sin embargo, me encanta la experiencia de aprenderme un guion, llegar con mi vestuario y hacerlo en vivo. Me interesan los roles desafiantes. He pensado, por ejemplo, en encarnar un rol cómico, quizás comedia negra. También quisiera cantar; es decir, hacer una película tipo audiovisual musical. 

A pesar de que tengo una carrera muy diversa y estoy agradecida por eso, me gustaría salir un poquito de los roles de madre que he interpretado últimamente.

LATINNESS: A tu corta edad eres una de las artistas más consagradas de Chile. ¿Cómo te mantienes centrada y cuidas tu salud mental?

MARIANA: Es una muy buena pregunta. Tengo un círculo cercano y muy poderoso en mi familia nuclear. No obstante, un consejo que le podría dar a alguien que trabaja en el medio es que forje buenas amistades y hay que dedicarle tiempo a eso. 

Yo no tengo muchas, pero son muy buenas y me cuidan. Mi familia también lo hace y, además, me recuerda quién soy, de dónde vengo, cuáles son mis valores y mis raíces. 

Esa fue una de las razones por las que decidí regresar a Santiago y desde ahí hacer una base de la cual partir y a la cual volver. He descubierto en todos estos viajes y experiencias que para mí es muy importante estar en mi lugar y desde este soñar y migrar. Necesito una base.

LATINNESS: Enraizada.

MARIANA: Sí, enraizada para tratar de buscar la templanza y la coherencia, que es mi motive de este 2024.

LATINNESS: ¿En qué proyectos estás trabajando actualmente?

MARIANA: Volví a televisión; estoy trabajando en una teleserie para Netflix y un canal abierto llamado MegaVision en Santiago. 

Es una teleserie de las ocho de la noche cuyo nombre es Al sur del corazón; llevo cuatro meses en grabaciones y me queda un ratito más. Además, estoy esperando el estreno de una película que grabé en Argentina; vamos a ver en qué festival. Como sabes, después de actuar empieza el proceso de producción. 

También voy a hacer otro proyecto para Argentina. Este país ha sido una ventana superlinda y muy importante para mí; he trabajado mucho allá y he conocido a gente muy hermosa. De hecho, terminando esta teleserie voy a hacer una miniserie de tres capítulos.

LATINNESS: Aparte del cine, tienes un vínculo muy lindo con la moda. ¿De dónde nace y cómo describirías tu estilo personal?

MARIANA: Me encanta la moda desde chiquita. Somos cuatro hermanos (tres mujeres) y nos llegaban prendas heredadas de nuestras primas. Desde ahí empezó. 

Por esa época tuve que ser muy busquilla con la ropa, arreglármelas, mezclar, sacarle una prenda a mi madre, otra de esa herencia e ir a la tienda vintage. Siempre he jugado mucho con la indumentaria. 

Después estudié teatro y para el tema del vestuario, iba al persa a comprar la ropa. 

LATINNESS: ¿Qué es el persa?

MARIANA: El Persa Biobío es como un flea market, un mercado de las pulgas gigante, que se encuentra en el barrio Franklin, en Santiago. Allí venden muchas cosas usadas, vintage, tanto muebles como ropa. Y había un lugar en específico, llamado El Baúl de la Tere, en el que una mujer mayor vendía prendas desde los años veinte hasta los ochenta. Ahí hallabas grandes tesoros y siempre íbamos a buscar vestuarios para la escuela de teatro.

LATINNESS: ¿Sigue abierto?

MARIANA: No sé si El Baúl de la Tere sigue abierto. El persa, sí. Ella tenía los mejores tesoros. También recuerdo el baúl de la escuela de teatro.

LATINNESS: Me encanta saber que fuiste tan recursiva. Yo también tenía una tía muy elegante que me mandó bolsas negras llenas de ropa durante muchísimos años y para mí eran el tesoro más grande. Hoy día trato de hacerlo con mis primas pequeñas.

MARIANA: Aparte se me hace muy divertido… Una nueva vida. Y son prendas muy nobles, por eso han perdurado en el tiempo. El placer más grande para mí es ir a una tienda vintage y encontrar tesoros.

LATINNESS: No eres ajena a las cámaras ni a las alfombras rojas. Hoy nos encontramos en el desfile de Chanel en Marsella. ¿Qué nos puedes contar sobre tu experiencia personal?

MARIANA: Ha sido increíble y una experiencia hermosa. Es la primera vez que estoy en un desfile. Asistí a uno en España hace mucho tiempo. 

Tuve la suerte de poder llegar dos días antes, conocer un poco la ciudad, que es bellísima, diversa, ecléctica, vibrante y llena de arte. 

Del evento me encantó cada arreglo floral, cada instancia. Además, de la comida y la lectura del Tarot de Marseille que Chanel dispuso para nosotros.

LATINNESS: Sabes que Alejandro Jodorowsky es una de las personas que más defiende el tarot de Marsella. Estoy leyendo un poco de la relación de Alejandro con el tarot y con el tarot de Marsella específicamente…

MARIANA: Sí, muy interesante. Fue linda la experiencia que tuvimos ayer en la lectura. Me quedo mucho con el significado de la carta de La Papisa y de La Templanza. Creo que pude llevar ese concepto al desfile.

LATINNESS: ¿Alguno de los looks de la colección Crucero de Chanel resonó con tu estilo personal?

MARIANA: Hubo tres looks que me gustaron mucho, aunque, en general, la colección completa la encontré muy poderosa. 

Fue una experiencia muy inmersiva: el lugar en el que estábamos, la arquitectura… Había muchos looks que eran bastante estructurales y arquitectónicos. No sé si se basaron en el edificio en el que nos encontrábamos, pero fue especial estar en una azotea, con el viento, las gaviotas, la música electrónica medio industrial. Sentí muy poderosa la experiencia. 

Me gustó mucho el look que usó Sara, la modelo chilena; una especie de abrigo poncho asimétrico, muy hermoso. También el vestido blanco de la capa… ¡Espectacular! Y un conjunto con una bermuda de un macramé beige con una especie de top. No sé si lo viste… dorado con unas cosillas. Muy poderoso. 

LATINNESS: ¿Qué es lo que más amas de la cultura latina y de la chilena?

MARIANA: Amo nuestra sazón, nuestra rapidez y nuestra picardía… El doble sentido.

LATINNESS: ¿Puedes guiarnos sobre cómo es un día en tu vida cuando estás grabando?

MARIANA: Sí. Me despierto en mi casa; vivo en un barrio que se llama Ñuñoa. La casa la tengo hace poco tiempo. Duermo con mi perro y mi pareja. 

La primera que despierta a la familia, soy yo. Después me sigue Vito, Vittorio, mi perrito. Mi bebé, básicamente. 

En ese despertar siempre hay un cafecito (soy muy fan del café, lo necesito y me gusta mucho). Luego, desayuno y ducha. Elijo la ropa el mismo día. Después, agarro el auto o a veces, cuando me siento muy cansada, me voy en taxi al canal de televisión donde estoy trabajando, que se encuentra a 15 minutos en auto de mi casa. 

Una vez allí empieza el proceso de pelo, maquillaje y vestuario; me reencuentro con mis compañeros, repaso las líneas y subo al set a grabar. 

Finalmente, de vuelta a casa. Es muy diversa la hora, pero, en general, termino entre 6:30 y 07:30 de la noche. Grabo en promedio unas once horas. Al llegar, comparto con mi pareja y paseo al perro. Últimamente, disfruto mucho de la vida hogareña, del espacio personal que estamos creando con mi familia.

Imágenes cortesía de Mariana Di Girolamo y CHANEL.