DETRÁS DEL LENTE

BAHÍA, BRASIL POR ANDREA VARGAS GAVIRIA

Desde el 2005 la colombiana Andrea Vargas Gaviria lleva siempre una Nikon FM de 1980 heredada de su papá como si fuera una extensión de su cuerpo. Este es el instrumento que le permite capturar momentos que de lo contrario se perderían para siempre. 

Estudió Dirección de Arte Publicitario en Buenos Aires y a la vez colaboró con diferentes fotógrafos argentinos como asistente de dirección de arte de fotografía editorial y comercial de moda. Luego, realizó una especialización en Diseño Gráfico en Central Saint Martins y Shillington College, en Londres. 

Trabajó como diseñadora gráfica en la agencia Anti/Anti en Nueva York y después se trasladó a Bogotá, ciudad en la que vive y reside y en donde fue durante cuatro años directora de arte en BITÂCORA, estudio de arte y diseño. 

Hoy dedica sus días a proyectos personales y comisionados tanto de fotografía y dirección de arte como de branding. 

Instagram: @andyismad

¿Qué te llevó a Bahía?  

Era mi primera vez en Brasil, específicamente en el estado de Bahía. El plan era visitar dos ciudades, Salvador de Bahía y Porto Seguro, con seis amigos para pasar año nuevo en un paraíso desconocido. Al final eran tres destinos por recorrer: Bahía, Trancoso y Caraíva.

¿Cuál fue tu primera impresión de Bahía? 

Sobre Salvador de Bahía, que es una ciudad colorida inclinada sobre aguas azul aguamarina. La capital del estado de Bahía, y primera capital del Brasil Colonial hasta 1763, tiene una mezcla de culturas europeas, africanas y amerindias, así que se siente una energía fuerte. La ciudad aún conserva edificios renacentistas de los siglos XVI y XVII que conviven con estilos arquitectónicos modernos. El hotel en el cual estuvimos, Pestana Convento do Carmo, es un antiguo convento y primer hotel histórico en Brasil. Se percibía un gran misticismo en un ambiente cargado de historia. La habitación parecía de película: espaldar de baldosas azules pintadas a mano, con vista a las casas coloniales de arquitectura barroca portuguesa. Me hizo sentir en otra época.

¿Qué es lo más original de Bahía, algo que no hayas visto en ningún otro lugar? 

Que la ciudad está inclinada en una colina. Tiene un ascensor llamado “Elevador Lacerda”. Inaugurado en 1873, fue el primero a nivel mundial que se utilizó como medio de transporte. Conecta los 72 metros que separan la ciudad alta de la baja, entre la Plaza Thomé de Souza y la Plaza Cayrú. Pensábamos que el ascensor era una atracción turística, pero en realidad es el medio de transporte más común y eficiente aún en nuestros días. 

¿A qué sabe Bahía? ¿Comida o bebida típica de la zona?

Sabe a caipirinhas con mucho limón y shots de cachaça. Sabe a quejo con melao playero y al açai en raspado con granola y frutas. Sabe a Moqueca baiana (plato típico de Bahía, de origen indígena, que consiste en un estofado de pescado, camarones y verduras en leche de coco). Sabe a tapioca rellena callejera de medianoche. 

Si tuvieras que escoger tu cosa preferida de Bahía, ¿cuál sería? 

“Pelourinho”, el centro histórico de Salvador, también conocido como la ciudad alta. Es famoso por su fiesta callejera Terça da Bênção, que quiere decir “martes de la bendición”. En cada esquina hay música en vivo. A la deriva, persiguiendo el sonido de los tambores, terminamos en un festival de ritmos africanos organizado por el gobierno regional. Una edición de danza afro muzenza con bandas e invitados especiales. El detalle de cada atuendo de los músicos era único pues hace homenaje al tradicional colorido del estilo africano. El pueblo bailaba coreografías afrobrasileñas, lideradas por locales. Nunca había presenciado algo igual, los ritmos son tan poderosos que obligan al cuerpo a moverse. 

Cuando viajes a Bahia, no te puedes perder… 

A Caraíva, en Porto Seguro.

¿Mejor descubrimiento del viaje? 

Caraíva. Es un pueblo situado en la desembocadura del río Caraíva en el Océano Atlántico. No hay carros, ni motos. No hay calles pavimentadas, solo arena y taxi carroza en burro. Se llega únicamente en barcos que navegan por el río y lo rodean la selva tropical y los manglares. Me comí las mejores empanadas de camarón que haya probado en un lugar llamado Boteco Do Pará. El paseo en neumáticos por el río es hermoso. La gente es relajada, cálida y amigable. Una vez al año hacen la fiesta Lagoa con Djs locales, vinilos, instalaciones de luz y mapping en la naturaleza, el ambiente perfecto para bailar hasta el amanecer.

Si Bahía tuviera un soundtrack, ¿qué canciones estarían incluidas?

1. Nem Vem Que Não Tem de Wilson Simonal.
2. A Minha Menina de Os Mutantes.
3. Do Leme Ao Pontal de Tim Maia.
4. Bogotá de Criollo.
5. Ponta De Lanca Africano de Jorge Ben Jor. 
6. País Tropical / Música Incidental: Sou Flamengo de Wilson Simonal. 
7. Que Beleza de Tim Maia. 
8. Segura Nêga (Cutuca Nêga) de Bebeto.
9. Festa – Maria Bethânia 
10. É Preciso Dar Um Jeito, Meu Amigo – Erasmo Carlos 

Describe un día perfecto en este destino. 

Despertar en la naturaleza. Roadtrip de Trancoso a Praia Do Espelho. Un paraíso de arena dorada, mar cristalino y mucha paz. Almuerzo en el Restaurante De Silvinha, una casa en la mitad de la nada, atendida por su dueña, una gran chef. De regreso en Trancoso, salir a caminar por Quadrado, que es una plaza en el centro del pueblo, enmarcada por casas de colores y una pequeña iglesia blanca en el fondo. Entrar a las edificaciones para descubrir lugares increíbles como la galería James de un parisino. Bar hop en búsqueda de las mejores caipirinhas y remate en los stands callejeros de Tapioca. 

¿Qué es la belleza para ti?

Belleza, más allá de lo estético, es eso que genera un sentimiento inolvidable.