DETRÁS DEL LENTE

CUSCO, PERÚ POR RENZO REBAGLIATI

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Renzo Rebagliati es un arquitecto y fotógrafo de origen peruano que descubrió su talento con la cámara mientras estudiaba arquitectura en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas de Lima. Con un ojo entrenado en identificar patrones y geometrías particulares, durante sus viajes personales se sintió inclinado a capturar la esencia de una ciudad a través de su paisaje arquitectónico y con el tiempo descubrió que este trabajo resonaba con su audiencia. Después de perfeccionar sus habilidades en el International Center of Photography, en Nueva York, decidió combinar sus pasiones dedicándose a la fotografía con énfasis en arquitectura.

Su inspiración nace de descubrir y compartir nuevas culturas a través de imágenes, lo cual lo ha llevado a recorrer el mundo. Entre sus lugares favoritos para fotografiar, Renzo destaca Cusco, Perú. A continuación, comparte por qué esta ciudad continúa atrayéndolo una y otra vez.

Instagram: @renzorebagliati

Nos puedes contar brevemente sobre este viaje. ¿Qué te llevó allí?

He ido a Cusco muchas veces y procuro regresar cada vez que puedo, porque es un vuelo que dura una hora (o menos) desde Lima. Me encanta la energía que se siente apenas llegas a la ciudad y lo diferente que es de la capital de Perú, estando tan cerca.

Me gusta que todavía tenga el look de una ciudad antigua y el contraste que existe entre la arquitectura inca y la española. Me gusta la luz que tiene, supongo que es porque en Lima no se ve y es algo que, como fotógrafo, siempre estoy buscando. Además, como se encuentra a más de 3000 msnm, la luz es muy horizontal. Las sombras son largas y eso da la sensación de que todo es más lento.

¿A qué huele la ciudad?

Huele a naturaleza. Las calles empedradas, la lluvia, las construcciones antiguas de piedra y, además, el hecho de estar rodeada de valles, montañas, bosques y ruinas hace que se sienta mucho eso.

¿A qué sabe la ciudad?

Sabe a pan serrano recién salido del horno.

¿Mejor descubrimiento del viaje?

Las vistas. Es impresionante que siempre que abres una ventana encuentras algún paisaje enmarcado, así sea de la ciudad en general o de algún edificio antiguo con piedras y ventanas viejas de madera.

También el mercado. Se ha vuelto algo clásico de la ciudad ir a tomar desayuno allí y, de paso, salir con alguna artesanía o ropa típica cusqueña. ¡Además los precios son baratísimos!

Si tuvieras que escoger tu lugar preferido de la ciudad, ¿cuál sería?

La plaza. Es el centro de todo; dicen que Cusco es el ombligo del mundo, o sea que la plaza sería el centro del centro. Todo pasa alrededor de la plaza. Sentarte en las escaleras de la catedral a ver a la gente caminar, es algo obligado.

¿Cuál fue tu primera impresión de la ciudad?

Es una ciudad muy relajada. La gente vive a otro ritmo, nunca se siente el estrés que se experimenta en una ciudad más moderna. Las personas siempre están de buen humor y con ganas de pasarla bien.

Si Cusco tuviera un soundtrack, ¿qué canciones estarían incluidas?

Una canción que a mí personalmente me hace acordar mucho a Cusco es I Will Wait de Mumford & Sons, porque tiene esa adrenalina que sientes cuando estás por conocerla y la emoción de estar ahí, pero a la vez esa parte calmada y relajada una vez que llegas y el tiempo pasa lento.

Cuando viajas a Cusco, no te puedes perder…

Tomarte una cerveza en cualquier balcón de la plaza o sentarte simplemente en las escaleras a ver la gente pasar; es una actividad muy relajante y clásica de Cusco.

¿Una comida o bebida típica?

Los desayunos de Jack’s Café o comer comida china en Kion. Los dos restaurantes están muy cerca de la plaza y de paso aprovechas para conocer la piedra de los 12 ángulos, la más famosa de Cusco.

¿Algo que todos deberían saber antes de visitar?

Aunque la ciudad es chica, hay muchas actividades y lugares para conocer en los alrededores. Por ejemplo, las ruinas de Sacsayhuamán que están a 15 minutos y el bosque de Qenqo, al costado, donde puedes ir a hacer picnic y echarte a descansar bajo los árboles.

¿Qué es lo más especial de la ciudad, algo que no hayas visto en ninguna otra parte?

La energía. Cusco tiene algo especial que nunca he visto en otro lugar del mundo. Es una ciudad que funciona a otro ritmo. Se percibe una onda muy amigable, los cusqueños están muy orgullosos de su ciudad y te lo demuestran haciéndote sentir bienvenido cuando vas de visita.

Para ti, ¿qué es la belleza?

El equilibrio. Ni mucho ni poco, encontrar un balance.