Si tuvieras que escoger tu lugar preferido de la ciudad, ¿cuál sería?
La plaza. Es el centro de todo; dicen que Cusco es el ombligo del mundo, o sea que la plaza sería el centro del centro. Todo pasa alrededor de la plaza. Sentarte en las escaleras de la catedral a ver a la gente caminar, es algo obligado.
¿Cuál fue tu primera impresión de la ciudad?
Es una ciudad muy relajada. La gente vive a otro ritmo, nunca se siente el estrés que se experimenta en una ciudad más moderna. Las personas siempre están de buen humor y con ganas de pasarla bien.
Si Cusco tuviera un soundtrack, ¿qué canciones estarían incluidas?
Una canción que a mí personalmente me hace acordar mucho a Cusco es I Will Wait de Mumford & Sons, porque tiene esa adrenalina que sientes cuando estás por conocerla y la emoción de estar ahí, pero a la vez esa parte calmada y relajada una vez que llegas y el tiempo pasa lento.
Cuando viajas a Cusco, no te puedes perder…
Tomarte una cerveza en cualquier balcón de la plaza o sentarte simplemente en las escaleras a ver la gente pasar; es una actividad muy relajante y clásica de Cusco.
¿Una comida o bebida típica?
Los desayunos de Jack’s Café o comer comida china en Kion. Los dos restaurantes están muy cerca de la plaza y de paso aprovechas para conocer la piedra de los 12 ángulos, la más famosa de Cusco.
¿Algo que todos deberían saber antes de visitar?
Aunque la ciudad es chica, hay muchas actividades y lugares para conocer en los alrededores. Por ejemplo, las ruinas de Sacsayhuamán que están a 15 minutos y el bosque de Qenqo, al costado, donde puedes ir a hacer picnic y echarte a descansar bajo los árboles.
¿Qué es lo más especial de la ciudad, algo que no hayas visto en ninguna otra parte?
La energía. Cusco tiene algo especial que nunca he visto en otro lugar del mundo. Es una ciudad que funciona a otro ritmo. Se percibe una onda muy amigable, los cusqueños están muy orgullosos de su ciudad y te lo demuestran haciéndote sentir bienvenido cuando vas de visita.
Para ti, ¿qué es la belleza?
El equilibrio. Ni mucho ni poco, encontrar un balance.