Ana González Rojas junto a su obra RACIMO, CATTLEYA 1/5 + 2 P/A en la galería La Cometa.

CAFECITO CON

ANA GONZÁLEZ ROJAS: “MI LABOR COMO ARTISTA ES SOCIALIZAR TEMAS QUE SE PUEDEN CONTAR DE UNA MANERA MUY POÉTICA”

Nombre: Ana González Rojas
Profesión: Artista
Nacionalidad: Colombiana
Signo zodiacal: Geminis
Instagram: @anagonzalezrojas

El 25 de octubre, en el marco de ARTBO, una de las ferias de arte más destacadas en Latinoamérica, la galería La Cometa en Bogotá fue escenario de una conversación entre Ana González Rojas y LATINNESS en el que discutieron los temas que impulsan sus obras, el proceso delicado detrás de ello y su papel como mujer en el mundo del arte. Moët & Chandon acompañó la charla con un brindis en honor a la artista colombiana.

LATINNESS: Ana, ¿recuerdas el momento en el que supiste que el mundo del arte era lo tuyo? ¿Cuál fue tu primera obra?

ANA GONZÁLEZ: Supe que era artista desde muy chiquita. Mi mamá se acuerda que a los tres años me gané un premio por pintar un elefante. 

He pintado y dibujado toda mi vida, pero supe que tenía que hacer el recorrido de artista cuando hice la pintura de un vestido. Ese vestido ha sido una obsesión y un símbolo para mí, al menos en Colombia. Eso fue hace muchos años, como unos 20. 

Ahí entendí que mi camino era expresarme a través del arte y arranqué.

LATINNESS: ¿Cuál es tu propósito y tu objetivo como artista?

ANA GONZÁLEZ: Al principio pintaba y dibujaba solo por ejercer el oficio, porque sé que tengo facilidad para ciertas técnicas. Pero después entendí que a través de ellas, y del oficio, podía hablar sobre temas importantes en Colombia: el desplazamiento forzado, la minería, la deforestación. 

Fue así que poco a poco fue tomando forma. Hoy día creo que mi labor como artista es socializar temas que veo que se pueden contar de una manera muy poética. 

A veces las palabras no alcanzan; la parte periodística que es importante, no alcanza. En ocasiones una imagen puede decir mucho más. Una obra puede expresar mucho más. Entonces, creo en el poder transformador del arte en ese sentido.

LATINNESS: ¿Qué temas están impulsando en tu obra actualmente?

ANA GONZÁLEZ: La obra abarca varios temas, en especial el desplazamiento; somos un país con muchos desplazados. Trabajo con comunidades vulnerables en Colombia desde hace varios años: indígenas y campesinos. 

También empecé a trabajar con la naturaleza. Viajando por Colombia me di cuenta de que estamos perdiendo el gran tesoro o el “Gran Dorado”, que realmente es nuestra naturaleza. Entonces entendí que tenía que enfocarme mucho en eso: en el desplazamiento social y en el desplazamiento de especies por la deforestación en Colombia y América Latina. 

Ese es mi cuerpo de obra. Sobre todo lo segundo, porque es lo que he venido trabajando en los últimos cinco años.

En conversación con Ana González Rojas en frente de su obra CHOCÓ 95.

LATINNESS: Es justo este trabajo detrás de nosotros, ¿cierto?

ANA GONZALEZ: Exacto. Es una serie de Chocó. Aunque a veces sé que las obras tienen que hablar por sí solas y yo prefiero que hablen por sí mismas más que hacer un tratado filosófico sobre ellas, me he acercado de una manera mucho más intuitiva que racional o filosófica a la obra. 

Aquí tenemos ideas muy sencillas y concretas: esto es el Chocó, que se ha devastado constantemente por el tema de la minería, por el oro. Y a la naturaleza, decía Humboldt, que es como un tapiz de hilo a hilo, la estamos casi acabando. Cuando uno jala el hilo, al otro lado pasa algo necesariamente. Ese es el paisaje de estas piezas en lonas o de sedas en pinturas.

LATINNESS: Y hablando un poco de tus viajes, ¿cómo te aporta el ser mujer en estos recorridos a conocer las comunidades?

ANA GONZÁLEZ: Colombia se ha recorrido en gran parte por los hombres, algunos de ellos antropólogos, y las crónicas que tenemos desde hace varios años, casi cientos, son masculinas; tienen una visión muy masculina de lo que es la naturaleza y de lo que pasa en ella, no solo en Colombia, sino en los países tropicales. 

Mi visión es mucho más intuitiva, mucho menos racional y de clasificar o de identificar tipos. Mi acercamiento es mucho más desde el corazón. 

Aprendí montones de mi convivencia con las comunidades indígenas en el trayecto que hice con Hijas del Agua; eso me despertó la intuición y el sentir más que el entender para traducirlo en las obras.

La mirada femenina tiene mucho de eso. Y por eso es importante darle una validez, porque hay un lado masculino muy fuerte, racional, pero también ese lado femenino intuitivo que tiende a equilibrar la balanza, algo fundamental en este momento.

RACIMO, CATTLEYA 1/5 + 2 P/A.
4-AG

CATTLEYA RECOSTADA.

LATINNESS: A través de tus obras cuentas muchas de esas historias de Colombia, realidades que son duras, y lo logras con ese balance de los materiales que usas, muy delicados y poéticos. ¿Nos puedes hablar de tu proceso y de los materiales que utilizas?

ANA GONZÁLEZ: En los materiales busco finalmente mandar un mensaje y de acuerdo con ese mensaje se encuentra un material específico. También es que me aburro un poco del mismo material o del mismo oficio, entonces trato de cambiar bastante. 

Trabajo mucho la porcelana, la acuarela, la filigrana; son oficios muy delicados, pero precisamente eso es lo que me interesa: hablar de la fragilidad en la naturaleza y en la sociedad. Por eso es que utilizo materiales como sedas y porcelana, y los trabajo a mano y haciendo mucho énfasis en el oficio, no en el trabajo de las manos, que es muy femenino.

LATINNESS: Has podido conocer profundamente Colombia… ¿Hay algo que la gente no sepa de tu país? ¿Algo que quisieras que se conozca?

ANA GONZALEZ: He tenido la oportunidad de recorrer Colombia durante los últimos cuatro o cinco años, mucho. Y sí, creo que hay un mensaje que necesito seguir dando y es que tendemos a ir afuera, ¿no? Desde pequeña viajé mucho al exterior, estudié afuera, pero viendo realmente a Colombia, la potencia está acá, el material para inspirar y no solo el tema. Que desde cada oficio que tengamos, nos juntemos para proteger lo que queda, porque realmente en estos diez años uno ve que cada vez es menos; menos selvas tropicales, menos  páramos. Hay muchos temas, pero ese es el mensaje.

LOS ANDES 1; Negaseredi de la serie Worldwide por Ana González Rojas y Ruven Afanador.

LATINNESS: A veces las horas de trabajo y estudio no son tan evidentes en el resultado final de tu obra, pero tienen un peso y un valor en sí mismas. ¿Por qué es importante que el espectador entienda las horas dedicadas a una obra?

ANA GONZÁLEZ: Es como la Alta Costura. Cuando viví en París trabajé viéndola y sentía exactamente lo mismo que siento ahora con las obras de arte. 

Todos tenemos la capacidad de generar mucho conocimiento para lograr al final un producto muy concreto, pero con una historia muy fuerte. Sin embargo, para hacerlo, para llegar a tener esa porcelana o esa obra, han pasado incontables horas de estudio y también de factura; eso no se ve. 

A veces me dicen: “Bueno, ¿qué vale esta obra?”, y les respondo: “Esta obra vale 2.000 horas de trabajo”. Eso por lo general es incalculable. Muchas veces eso no se entiende o no se ve en la mayoría de artistas, sean conceptuales, no conceptuales, figurativos o lo que sea. 

De ahí la importancia de ver que una obra, por más sencilla que parezca, tiene un proceso de conocimiento y de factura que lleva meses y años, los cuales se resumen en una sola pieza.

LATINNESS: ¿Comienzas cada pieza con una idea o confías en el proceso?

ANA GONZÁLEZ: Las dos. A veces tengo una idea super clara y la logro. Otras, está la idea, pero no me sale nada. En una obra completada hay, por lo general, unas 20 o 30 detrás. Al comienzo, el producto está más incompleto que terminado; por eso el trabajo de taller es superimportante para generar las piezas finales. 

Para mí lo más relevante es el proceso. Si van a mi taller, se puede ver, está todo, al menos la mayoría, porque tengo otros talleres donde se hacen ciertas cosas. El proceso es tan importante como la obra terminada.

Un brindis en honor a Ana González Rojas en la galería La Cometa.

LATINNESS: El término “una mirada femenina”, o el “Female Gaze” se aplica ampliamente al trabajo de mujeres artistas. ¿Qué piensas de él?

ANA GONZÁLEZ: Pienso que obviamente hay ciertas tendencias en este momento. Ahora hablamos de los paisajes femeninos o de que, por ejemplo, hay una manera femenina de ver el paisaje. 

Cada uno tiene una forma de verlo. En mi caso, veo el paisaje o la naturaleza externa y lo asocio con paisajes de los míos. Existe una relación entre lo de afuera y lo de adentro. 

En ARTBO van a ver, por ejemplo, unas obras mías mucho más íntimas, de paisajes íntimos míos, pero que tienen que ver también con la naturaleza. Y me acerco a ellos con la mirada femenina. 

Esto es importante porque hemos tenido la mirada masculina durante muchos siglos, hasta que vino toda esta tendencia feminista, que fue importantísima, y ahora estamos llegando a ese equilibrio en el que la mirada se vuelve más femenina que feminista y en donde empezamos realmente a hablar, también desde el silencio, desde la intimidad, desde la tranquilidad. Pero temas muy relevantes y que son muy poderosos, así no sean tan fuertes y tan fáciles de expresar.

Imágenes por Manuela Montañez Guerra.