Jimena Montemayor en su apartamento, en Milán.

CAFECITO CON

JIMENA MONTEMAYOR: “ESTAS OPORTUNIDADES SE HAN TRATADO DE TOCAR PUERTAS”

Nombre: Jimena Montemayor
Profesión: Artista
Nacionalidad: Mexicana
Signo zodiacal: Géminis
Instagram: @jimenamontemayor_

LATINNESS: Jimena, te mudaste recientemente a Milán desde la Ciudad de México. ¿Qué influyó en esta decisión?

JIMENA: Fue una combinación de razones lo que me llevó a venir acá. ¿La principal? Estaba pensando en volver a la escuela. Me gradué en 2012 en Studio Art de la Universidad de Miami y me especialicé en Diseño Gráfico y Periodismo Visual. Desde entonces, he estado trabajando. Pero me quedó ese gusanillo de querer hacer otro curso o una maestría. 

En los últimos dos años, estuve buscando dónde estudiar y encontré un curso de Diseño Industrial de un año y me inscribí porque quería aprender y mejorar mis habilidades. 

La dirección que he tomado de tres años para acá se ha conectado con el entorno del arte, pero tenía la intención de ingresar al mundo del diseño. Lo que he estado produciendo ha sido, de alguna manera, experimental; nunca cursé clases sobre cómo construir cosas o investigué acerca de ciertos materiales; fue, más bien, improvisado. 

En México hay muchos recursos y es fácil hallar artesanos. Ese fue el camino que elegí y estoy muy contenta con lo que he creado.

LATINNESS: ¿Dirías que la educación continua te ayuda a avanzar en el mundo del arte?

JIMENA: Hace un tiempo apliqué a una escuela en Suiza para una maestría en Bellas Artes. Cuando estaba llenando mi solicitud, tenía una relación bastante buena con Pedro Reyes. 

Nos conocimos en la Ciudad de México años atrás, a través de un curador, y nos hicimos amigos. Él fue el primero en comprar una de mis piezas, algo que me pareció muy conmovedor; por eso siempre nos mantuvimos en contacto. Él me decía: “No necesitas volver a la escuela. Solo haz, haz, haz y aprenderás”.

Sin embargo, al final pensé: “Sí quiero estar expuesta a un salón de clases y entrar en ese ritmo”. Hay gente que es muy buena para prepararse de forma autodidacta y si bien me incluyo en eso, porque me obligué a aprender programas creativos, como Adobe, la universidad también te muestra el camino. Técnicamente, depende de ti explorar y ser un profesional. Se necesitan años de experiencia y horas de estar allí y experimentar.

LATINNESS: ¿Por qué Milán?

JIMENA: Tuve una experiencia increíble cuando viví en Ginebra durante dos años; en ese entonces estaba por los 15 y cursaba la escuela secundaria. Mi familia se mudó de México a Suiza y esa fue la primera vez que vine a Europa. 

Mi vida cambió por completo en todo el sentido de la palabra: la cultura y el idioma. Conocí a muchas personas maravillosas mientras estuve allí. Hasta el día de hoy, que estoy aquí en Milán, dos de mis mejores amigos los heredé gracias a esa vivencia. 

Siempre quise volver a Europa y Milán era simplemente un destino muy atractivo, porque es la meca del diseño industrial, o, al menos, una de las culturas de diseño más poderosas del mundo. Eso tenía sentido para mí y en términos de tiempo, parecía el momento adecuado, como una especie de “ahora o nunca”.

¡Estoy emocionada! Este es un nuevo capítulo y parte de mi intención es poder conectarme con artistas italianos y ver qué puedo hacer aquí, aunque a veces siento nostalgia por Miami y la Ciudad de México.

LATINNESS: ¿Esa nostalgia es buena para hacer arte?

JIMENA: Seguro. Definitivamente es una herramienta. Es como un gas para inspirarte; incluso esa misma emoción dispara algo y empiezas a relacionar cosas simples, como los colores. 

Fui a un museo de diseño el otro día y había unas piezas de los años setenta. Los tonos me recordaron mucho a los del art déco de Miami.

Identity Bench, 2022, presentado en la tercera edición del Salón Cosa.

LATINNESS: Nos conocimos a través de tu hermana, que está en la industria. ¿Tus padres también son creativos?

JIMENA: Para nada. Tuvimos una educación muy tradicional, pero cuando empezamos a viajar más, en especial al llegar a Suiza o a los Estados Unidos, cada vez que había una oportunidad de visitar un museo, nos animaban a ir. Sin embargo, creo que todo el lado creativo ha venido de nosotras mismas.

El toque más artístico de nuestra crianza fue por parte de mi madre. Mis abuelos trabajaban en la industria del cine en México. Mi abuelo fue director de Panavisión durante años y cuando estábamos allí, a veces íbamos a los Estudios Churubusco. No sé si los conoces, son estos sets masivos que eran más populares en el pasado. 

En algún momento quise ser actriz, pero mi abuela dijo: “No, absolutamente no, nunca lo permitiría”. Siempre se hablaba de películas con la familia de mi madre.

LATINNESS: ¿Cómo ha influido la era digital en tu trabajo de artista? 

JIMENA: Desde que entré en diseño gráfico durante la licenciatura, siempre me interesó ir a la escuela de arte, pero mis padres querían que tuviera una educación más amplia. Tenía 18 años y acabábamos de llegar a Estados Unidos; allí las escuelas de arte son muy caras, así que me dediqué al diseño gráfico y a las comunicaciones. 

Mi primer trabajo más allá de la universidad fue en Allure como diseñadora-asistente de arte en Times Square. Menciono esto porque el diseño gráfico, en general, también ha intervenido en mi creación artística. Es simplemente inevitable: está presente en mi estética, en mi precisión y en el uso que hago de los colores y los espacios en blanco. Siento que mi cerebro ha trabajado para mirar lienzos de la misma manera en que creo un diseño o un dibujo. 

Cuando comencé a hacer arte, trabajaba a tiempo completo y en mis horas libres, mi computadora siempre fue mi salida creativa. Pasaba largos momentos dibujando o calcando cosas en Photoshop y exploraba cómo crear lo que quería digitalmente solo porque una interpretación analógica requería mucho papel y materiales. 

Tener esa experiencia analógica es esencial para cualquier persona creativa, pero le di ese poder al mundo digital y me sentí muy orgullosa de lo que estaba produciendo. Las posibilidades son infinitas; solo impulsé eso como mi obra de arte. Dibujaba y dibujaba, pero cuando di a luz a mi proyecto, siempre fue digital. Así que este mundo cada vez más digital ha sido una especie de bendición disfrazada. 

Recuerdo que cuando imprimía cosas continuamente, me sentía un poco insegura al respecto. Esto fue alrededor de 2014 o 2015 y no estaba tan orgullosa de decir que lo había hecho en la computadora, en comparación ahora con los NFT. 

Definitivamente, el mundo del arte digital ha sido un camino muy interesante. Las oportunidades son ilimitadas, así que ahí también es donde se complica. Ahora hay tantos genios en la computadora que a veces creo que necesito tomar algunos tutoriales más sobre cómo animar mejor.

Una colaboración con Nike Live en Guadalajara, México.

LATINNESS: Este año lanzaste una colaboración con Nike en México. ¿Cómo surgen estas oportunidades?

JIMENA: Me encantaría decir que tengo un mánager o una agencia, pero se ha tratado más de tocar puertas. 

Lo de Nike llegó de milagro. Fue a través de un amigo mío, quien curó una muestra dos años atrás en la Ciudad de México. Me invitó a estar en el show y quedamos superunidos. 

Hace como un año me dijo que su partner, que trabaja para Nike, estaba invitando a algunos artistas de México para este proyecto, llamado Nike Live. “¿Te importaría si le muestro tu trabajo?”, preguntó, y por supuesto le dije: “¡Claro que sí! Me encantaría colaborar con ellos”. Pasaron cuatro meses de silencio y luego un día me llamó para decir: ¡Lo tengo!

Detalles de la colaboración con Nike Live en Guadalajara, México.

LATINNESS: Antes de eso, también trabajaste en un proyecto especial con la marca danesa Ganni. ¿Fue una experiencia similar?

JIMENA: Miami tiene una comunidad muy pequeña, entonces se habló de la apertura de Ganni. Un día conocí a la gerente de la tienda y le manifesté: “Ganni siempre colabora con artistas locales. ¿Qué está pasando aquí? Ustedes no han hecho nada”. Era una conversación continua y un día le dije: “Escucha, déjame enviarte una propuesta y puedes comenzar a hablar con tu equipo en Nueva York”. Esto fue previo a la pandemia. Pero durante la pandemia todo se canceló. 

Pasó mucho tiempo, incontables correos electrónicos y ella con comentarios del tipo: “No sé si esto les va a gustar. Pensemos en algo más”. Solo toqué esa puerta. 

Soy una gran admiradora de Ganni y como estoy creando cosas, tengo cuidado con las personas con las que colaboro. Mi trabajo se ha desviado a veces a aspectos más comerciales, pero siempre trato de mantener ese sabor de autenticidad y singularidad. 

Finalmente, sucedió en diciembre del año pasado. Esa también fue una gran sensación y una gran experiencia. Todo ocurre así: miro con quién quiero colaborar y me comunico. Es un proceso bastante agotador, pero hay que hacerlo.

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Artista Jimena Montemayor.

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Wurms takeover at Ganni’s boutique en Miami Design District.

LATINNESS: Ese es un buen consejo para nuestros lectores más jóvenes. Además de estas colaboraciones comerciales, te has relacionado con grandes nombres del mundo del arte en México como Bosco Sodi y Fernando Lebrija… 

JIMENA: Sí, esa exposición ya pasó. Fue divertida porque giraba en torno a artistas que jugaban al tenis. Fue muy aleatorio, pero esa es la magia de México. Fue muy de boca en boca. Es curioso cómo la Ciudad de México es enorme; sin embargo, en las artes, vas a un evento y puedes conocer a esta persona y a esta otra. 

Mi buena amiga Marina, quien también es una artista e ilustradora muy talentosa, es muy cercana a la esposa del artista mexicano Mario García Torres. Estaban cenando y Mario hablaba del show y del tenis, y se enteró de que yo jugaba. 

Mario organizó la exhibición y la persona que dirigía el espacio, llamado FF projects, se puso en contacto conmigo. Era una manera muy orgánica de curar. 

Trabajé con él y armé algunos dibujos digitales, que le gustaron; fue una pequeña colaboración. Me pareció muy emocionante porque el espectáculo se veía muy bien y fue un honor estar en el espacio con Bosco Sodi y Lebrija. Simplemente, ¡wow¡. Ni siquiera pude verlo porque se llevó a cabo en Monterrey y no me fue posible viajar allí. Pero aún queda pendiente el torneo de tenis.

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Cojines decorativos de la serie Wurms.

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Exhibición ‘Untitled Tennis Tournament’, 2022, FF projects, Monterrey, Mexico.

LATINNESS: Has logrado mucho en poco tiempo. ¿Hay algún proyecto de ensueño por el que aún te esfuerces?

JIMENA: Uno de mis sueños es colaborar con un músico o diseñar una escenografía para un ballet o un concierto. Me encantaría ir más grande. Con mi trabajo también; amaría seguir haciendo mi línea de muebles. 

Con Ganni lancé un proyecto llamado Wurms (2021), que fue emocionante y me dio una idea de cuánto trabajo es administrar una marca. Así que, por el momento, las piezas recientes son más grandes. Son como cojines. Hice uno para el Standard en Miami Beach con Simonett. 

Sería genial conseguir más encargos o colaborar con otras personas que quieran estas formas en sus espacios. Realmente me encanta aliarme con la gente. Mantiene tu creatividad evolucionando y cambiando, y es emocionante.

Salón Cosa pop-up en Hotel El Ganzo, Los Cabos.

LATINNESS: Sobre Wurms, tenemos curiosidad acerca de tu fascinación por la línea como tema.

JIMENA: Realmente todo se reduce a mis clases de diseño gráfico. Hubo un curso en particular en el que el profesor nos asignó un proyecto en el que teníamos que crear un retrato usando un patrón de la forma que quisiéramos. Decidí hacer el zig-zag, imitando así el clásico sombreado cruzado que se hace de manera manual o en analógico. 

Traté de recrear eso digitalmente y se convirtió en una fascinación por usar algo tan sencillo como una línea y llevarlo a otra dimensión, permitiéndole tener otra vida. Es muy simple, pero fue solo repetición, exploración, experimentación y se transformó en uno de mis sellos. 

Algo de lo que estoy muy feliz es que, particularmente en México, porque es donde he mostrado más trabajo y tengo mi comunidad artística más fuerte, a veces la gente dice: “Oh, sí, reconocí que esta era tu obra”. Me encantan esos momentos en los que empiezan a identificar mi trabajo porque ese ha sido mi OG. 

Hoy día es una especie de tendencia. Hay mucha gente explorando este mismo concepto. Debe haber algo en la psicología de nuestra generación que nos ha hecho ir por ese camino. Ahora es mi desafío hacer cosas diferentes, seguir empujando y llevar esto a otro lugar.

Imágenes cortesía de Jimena Montemayor.