El hotel Baja Club. Foto por Cesar Bejar.

DETRÁS DEL LENTE

BAJA CALIFORNIA SUR, MÉXICO POR CARLOS COUTURIER

Agricultor de cítricos y hotelero consumado, Carlos Couturier nació y se crió en San Rafael, México. Es socio fundador y Director de nuevos proyectos de Grupo Habita y se le conoce por revolucionar la industria de los hoteles boutique en ese país junto a sus socios Moisés y Rafael Micha. 

Como nieto de inmigrantes franceses, Couturier asegura que le debe su habilidad para la hospitalidad a su infancia en el campo y a los viajes que emprendió por cuenta de su negocio con frutales. De ahí que sea un experto en estadías en hoteles. 

A la fecha, a través de Grupo Habita, es propietario de 14 hoteles en México, entre ellos el famoso CondesaDF en la Ciudad de México, así como The Robey en Estados Unidos. Esto lo llevó a ser reconocido por la Legión de Honor Francesa en 2019, que alabó su facilidad de asociar sus proyectos con los campos de la arquitectura, la preservación del patrimonio y el arte, uniendo las culturas francesa y mexicana. 

Este año inauguró la más reciente incorporación al portafolio del grupo: Baja Club, un hotel boutique en La Paz, Baja California Sur. 

Con su particular visión de hotelero, nos invitó a descubrir en detalle este destino paradisíaco.

Instagram: @ccoutu2000

¿Nos puedes contar brevemente sobre Baja Club?

Baja Club es la última apertura de Grupo Habita. Un hotel íntimo y original ubicado frente a la bahía de La Paz, Baja California Sur, en México. Es un edificio histórico y cuenta con un total de 32 habitaciones, 27 de ellas tienen terrazas privadas y 5 están dentro de la casona original de 1910. También hay un restaurante griego, un spa, un rooftop bar y una piscina muy especial.

¿Por qué eligieron La Paz como el nuevo destino de Grupo Hábita?

Porque era el destino perfecto pues todavía no está en el radar del viajero global. Playas vírgenes y cristalinas, historia, clima seco y agradable todo el año, una comunidad única, diferentes actividades a tiro de piedra (buceo, mountain biking, kite surfing, trekking). Un oasis en el desierto de Baja, pero con el encanto de La Habana y Tel Aviv.

¿Recuerdas tu primer viaje a La Paz? 

Sí, fue de adolescente.  Era todavía territorio, ya que para ser un estado se requería la presencia de más de 500 mil habitantes. Llegué en ferry desde Mazatlán en un viaje con mis papás y mis hermanos. Fue una parada para ir a Cabo San Lucas. Pasamos Año Nuevo en el primer hotel que abrió sus puertas allí. Era 1976.

La Paz era puerto libre. Había muchas tiendas de chinos y una energía muy diferente a la del resto de México. Como un viejo al ‘far west‘ mexicano. Hoy día todo el estado de Baja California Sur cuenta con solo 900 mil habitantes en una extensión de 75.675 km cuadrados. ¡Un paraíso terrenal!

¿Cuál fue tu primera impresión de la región?

De amplitud y de libertad. Manejar por horas sin ver nada más que cactus, desierto y playas vacías.  Era casi como ir a la Luna.

¿A qué huele Baja?

A pureza. A brisa limpia. A salitre. A mariscos. A paz.

¿A qué sabe?

A México. A cerveza Pacífico, a almejas frescas, a pan recién horneado, a pescado a las brasas, a mezcal.

¿Tu mejor descubrimiento del destino?

Su gente. Es amable, solidaria, pacífica.  Amante y protectora del medio ambiente. La Paz es la ciudad más segura de México. Se respira bienestar.

Si tuvieras que escoger tu cosa preferida de Baja, ¿qué sería?

Playa Escondida. Me voy en bici de montaña desde el hotel (20 minutos). Luego hago un poco de hiking (10 minutos), llego a la playa más bonita de México y la tengo toda para mi solito.

Si La Paz tuviera un soundtrack, ¿qué canciones estarían incluidas?

Mi soundtrack de La Paz empezaría con latin jazz, con Henri Salvador. Durante el día tendría smooth soul y bossa nova, y acabaría con Bad Bunny y música grupera.

Cuando viajas a Baja, no te puedes perder _________.

Cuando viajes a La Paz no puedes perder… ¡Tu vuelo! Y luego no te pierdas quedarte en Baja Club.

¿Una comida o bebida típica?

Aguachile de callo de hacha acompañado de una cerveza helada.

¿Cómo sería un día perfecto en La Paz?

Salir en bici por todo el malecón a primera hora del día. Desayunar en Baja Club.

Tomar una lancha y pasar el día en la isla de Espíritu Santo. Regresar a Baja Club, ir al spa y pedir un masaje de deep tissue. Subir a ver el atardecer al rooftop y luego ir a cenar comida creativa mexicana a Hambrusia.

¿Algo que todos deberían saber antes de llegar?

Que el sol del desierto es fuerte. Protección solar y sombrero son musts en Baja.

¿Qué es lo más especial y único de La Paz, algo que no hayas visto en ninguna otra parte?

Su fauna marina. Es única. Jacques Cousteau no exageraba al decir que el Mar de Cortés es el acuario del mundo.

¿Alguna palabra o slang local

¿Neta?

Siempre has sido un visionario para detectar una ciudad o destino con potencial y crear una comunidad a través de tus hoteles. En tu opinión, ¿cuáles son las características de una buena ciudad o destino para establecer uno?

Un destino, o una ciudad, para que interesen a los viajeros globales necesita hoy día:

No estar gentrified. Que siga manteniendo su autenticidad. Todo aquello que lo diferencia de los demás.

Contar con una comunidad inteligente y jovial.

Ofrecer cultura, gastronomía, historia y tranquilidad.

Cuando construyes un hotel, ¿qué es lo primero que buscas? 

Lo primero que buscamos en Grupo Habita, es que el hotel pertenezca a su entorno. Que se nutra del espíritu de lo que lo rodea, pero que sea a la vez novedoso y propositivo. Que sea el abuelo y a la vez el nieto. 

¿Qué hace que algunos hoteles sean exitosos y otros no tanto?

Creo que un hotel exitoso es el que mantiene su identidad a través de los años.   

¿Qué es la belleza para ti?

La belleza para mí es el equilibrio.

Baja Club. Foto por Cesar Bejar.

Imágenes cortesía de Carlos Couturier y Grupo Habita.