Por Jason Schmidt

CAFECITO CON

CATERINA LICITRA SOBRE GIO PONTI: “APRENDIÓ E INCORPORÓ EN LO QUE HACÍA LA RIQUEZA DEL TRÓPICO”

Nombre: Caterina Licitra
Profesión: Diseñadora y catalizadora de artistas, cofundadora de los archivos de Lisa Ponti 
Lugar de nacimiento: Milán, Italia
Signo del zodíaco: Leo
Instagram: @catlicitra

LATINNESS: Antes de profundizar en la obra de tu bisabuelo, el arquitecto y diseñador italiano Gio Ponti, en América Latina, nos encantaría conocerte más… 

CATERINA: Soy comunicadora, pero un tiempo después acogí el diseño. Al principio, cuando era más joven, estaba en contra de la arquitectura, de los artistas y de lo que tuviera que ver con el arte. Creo que si vienes de una familia donde todos son arquitectos o artistas piensas: “Dios mío, uno más”. 

Fui a la universidad de Regent’s en Londres y estudié Comunicación y Relaciones Internacionales. Mi idea era convertirme en embajadora de Italia, así que hice dos pasantías, una en Mozambique y otra en Qatar, para poder serlo algún día. Luego, estando en la segunda, me di cuenta de que ese no era mi objetivo y continué con las comunicaciones y el mercadeo. Una vez graduada, me mudé a Tailandia y fue entonces cuando descubrí que amo los muebles.

Si tienes ese sofá, silla o lámpara que te hace sentir como en casa, estás en tu hogar sin importar donde estés. Quería crear mi colección en Tailandia, pero no es tan fácil como parece, porque cuando eres extranjero, todo tiene un sobre costo. Finalmente, fui a Valencia y allí le di vida. 

Me inspiré mucho en mi viaje a Asia y en Gio Ponti. Las alas de ángel están basadas en él, porque amaba a los ángeles, así que es un homenaje a su legado. Después me autoproclamé embajadora de Gio Ponti, educando y haciendo que la gente supiera quién es en todo el mundo.

LATINNESS: Durante la pandemia, fuiste gerente de proyectos de Alone Together, una residencia de artistas en Colombia. Al igual que tu bisabuelo, estabas trabajando con Latinoamérica.

CATERINA: Amo América Latina. Gio Ponti nació en 1891 y yo en 1991, es decir, 100 años después. Es un número muy grande. Me encanta cómo vuelven a suceder las cosas.  

Gio Ponti nos enseñó a cada uno de nosotros a trabajar con artesanos; ellos son el núcleo. Se aprende del artesano mismo. Por eso me encanta el proyecto que estamos haciendo en Colombia, porque mantenemos la hermosa tradición de la tierra roja en el país. 

Es interesante ver cómo puedes aprender tanto, pero la belleza está en cómo incorporarlo. Fue algo que Gio Ponti siempre tuvo y era muy moderno en eso: tomar la artesanía y reutilizarla de una manera contemporánea. Y es justo lo que estamos haciendo en Alone Together. 

Creo que el futuro está hecho a mano, así que necesitamos ayudar a que los artesanos y la artesanía misma sobrevivan con la tecnología de hoy. No cambiarla, sino comprender cómo funciona y crear cosas hermosas. Lo hizo Gio Ponti y ahora tengo la opción de seguir el mismo camino a través de Alone Together.

LATINNESS: ¿Cuál es tu primer recuerdo de Gio Ponti? ¿Cuándo te diste cuenta de la importancia de su legado?

CATERINA: Me encanta que menciones la palabra legado. Recuerdo que se publicó un artículo en la revista Cereal sobre legados y me eligieron a mí para hablar de él a propósito del hotel Parco dei Principi en Sorrento. Aunque no conocí a Gio Ponti no personalmente, por supuesto, aprendí a hacerlo a través de mi abuela, Lisa Ponti, su hija favorita. 

Trabajaron juntos toda su vida. Estuvieron en Domus y Stile, las primeras revistas de arte y arquitectura del mundo. Gracias a mi abuela, a sus divertidas anécdotas y, obviamente, a los muebles de la casa porque por todas partes teníamos muebles de Gio Ponti—, pude conocerlo.

LATINNESS: ¡Qué asombroso crecer inconscientemente rodeada de este legado!

CATERINA: Así es. La Casa Ponti en via Randaccio, en Milán, fue la primera villa que Gio Ponti construyó en esa ciudad; ahí vivía mi abuela. Lamentablemente, falleció el año pasado. Y Melotti, quien es uno de los principales artistas de la cerámica (trabajaron juntos durante mucho tiempo), aún vive allí con su familia.  

La belleza detrás de via Randaccio va más allá de su estructura; era una red, un punto de encuentro entre artistas y artesanos. He conocido muchos desde que era joven, pero cuando eres joven y los ves todo el tiempo, es como si fueran miembros de la familia. Más tarde me di cuenta de que había conocido al arquitecto y diseñador Ettore Sottsass en un día de descanso en mi casa y en pijama. Una vez crecí supe realmente quiénes habían pasado por allí. 

Fue genial porque ocurrió de manera informal. Hay una hermosa mesa azul que tenía mi abuela en su casa y fue alrededor de ella que sucedió todo. Allí y en la mesa de la cocina, que también fue diseñada por Gio Ponti. Todo ocurrió en estos dos lugares y en la sala de estar. Sin cocinar, solo trabajando. Así conocí a la mayoría de los artistas y arquitectos. Supongo que al crecer encontré que entre el arte y la arquitectura no hay fronteras.

LATINNESS: ¿Qué fue lo primero que trajo a Gio Ponti a América Latina?

CATERINA: Él viajaba mucho por aquellos tiempos, a pesar de que no era tan fácil hacerlo. Era Escorpión, por lo que siempre fue muy fuerte y aventurero. Cada hazaña era una nueva forma de reevaluarse y mostrar sus talentos. Se sintió muy atraído por los grandes recorridos que realizó por América Latina. Gio no solo fue a Venezuela, también a México y a Brasil. En Brasil hizo un proyecto, pero lamentablemente nunca se ejecutó. Fue en Venezuela donde pudo lograrlo. Tenía muchos fans y todos sus clientes se hicieron sus amigos. 

Para él lo más importante era que el arquitecto se convertía en el padre y la mujer de la casa en la madre, y el hijo o la hija en la villa. Siempre les preguntaba a las damas del futuro hogar: ¿cuáles son sus sueños? Luego incorporaba sus necesidades, porque creaba villas para vivir. Siempre decía: joie de vivre pues la casa hay que vivirla. Por eso, Villa Planchart en Colinas de San Román, en Caracas, tiene tantos detalles. En cada imagen ves diferentes motivos que no percibes al principio. Inicialmente observas una parte, luego miras de nuevo y encuentras algo hermoso.

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LATINNESS: ¿Puedes darnos algunos ejemplos de estos detalles?

CATERINA: Hay hermosos paneles en la parte superior de la sala de estar. Su belleza está en que si los miras parecen una ventana o una pared pintada, pero se usaron para crear un espacio de aire y, al mismo tiempo, para que los miembros de la familia espiaran a los invitados durante las recepciones. Esto es muy italiano y latinoamericano, ya sabes, por los chismes. No se puede notar desde abajo, por lo que era una especie de secreto, y fue hecho a propósito por esta razón. 

La belleza de Villa Planchart es que Gio Ponti aprendió algo nuevo. Por ejemplo, cuando Anala, la dueña de la casa, le telegrafió dijo: “Quiero que mis orquídeas tengan un espacio hermoso”. ¡No tenía ni idea de lo que eran! Entonces ella tuvo que describirlas y hacerle entender de qué se trataba y por qué necesitaban una luz especial. No tenías esto en Milán; quiero decir, ahora sí, pero no durante ese tiempo. Fue muy interesante para él escuchar eso, entender y tener la mente abierta, incluso sin ver la ubicación, y tratar de incorporar esos requerimientos. 

Obtuvo mucha riqueza de América Latina, de los trópicos, de las plantas, de las flores y de los colores. Siempre le gustó el color. Se puede ver en todas sus villas en Caracas y en las que existen alrededor del mundo; prefería lo bicolor y el biocromo. De ahí que la mayoría de los azulejos de las villas tengan siempre blanco combinado con otro tono. En Villa Planchart la mezcla es blanco y arena; también hay amarillo y mucho marrón para los armarios y los muebles. Además, un poco de azul.

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LATINNESS: Aparte de los colores, notamos que a Gio Ponti le encantaban los espacios abiertos.

CATERINA: Es cierto. Villa Planchart tiene un enorme agujero en medio de la casa para incorporar luz natural. Adoraba trabajar con lo que estaba sucediendo en el contexto. No le gustaba destruir el paisaje. Amaba integrar lo que hacía a la escenografía del lugar para que pareciera que estabas afuera, pero adentro. No hay fronteras entre el exterior y el interior. Entonces, si comienza a llover, llueve adentro. Incluso, puedes ver la luna. Esto no solo le da un respiro al interior, porque obviamente entra el aire, sino que además si estás mucho tiempo en casa, no te sientes sofocada por ella. Lo entenderíamos más ahora en los días de cuarentena.

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LATINNESS: No solo fue arquitecto, sino diseñador de interiores para sus villas. ¿Puedes contarnos lo que se encuentra adentro de Villa Planchart?

CATERINA: Este de aquí (foto arriba, a la derecha) es uno de los armarios. Como puedes ver, tiene un juego de geometrías y formas, pero además está oculto a plena vista. Tan pronto como entras, te enfrentas al aspecto visual, pero no crees que también exista la funcionalidad. 

Luego, las hermosas escaleras. Le encantaba ser conocido por ellas. Anala y Armando hablaron con Gio Ponti sobre la belleza, los cristales y las energías que los atraviesan, por eso quiso dar un paso más allá. La escalera tiene un hermoso mármol de Carrara que envió desde ese municipio italiano para realzar el poder de los cristales y su energía. Una vez subes, se ilumina un escenario diferente. 

La belleza de Villa Planchart, por ser de los años cincuenta, no está en los interiores, también en el techo que aparenta ser una hoja de papel puesta encima. Gio Ponti ​​usó la luz para definirlo, por lo que parece que se va volando.

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LATINNESS: Precisamente, un tema común que vemos sobre el diseño de Gio Ponti es la sensación de ligereza. ¿Puedes contarnos más?

CATERINA: Uno de los principales puntos de partida para Gio Ponti, tanto para la arquitectura y el diseño de muebles como para cualquier cosa que creara, incluso los textiles, fue la ligereza. Todo tenía que ser ligero. Por ejemplo, cuando hizo la silla superleggera, eliminó la pesadez innecesaria, por lo que no es un bloque de cemento pesado, si bien usó cemento, aunque de una forma que permitiera la liviandad. Se las arregló para usar solo las partes esenciales. 

También le encantaba que se pudiera ver a través, así que en Villa Planchart se puede ver el interior del techo desde el exterior. Adoraba jugar a que el techo y el suelo pudieran funcionar juntos. Es como un mosaico de colores y formas. Donde quiera que mires, tus ojos tienen una hermosa vista y nunca te cansarás de ella. Incluso si vives allí, verás algo diferente según la hora del día. 

Cuando hizo Villa Planchart, los caraqueños la llamaron Villa Florentina. Para él fue muy interesante y estaba muy feliz por ello. De ahí surgió esta hermosa frase que mi abuela escribió: “Una Villa Florentina en Caracas. Esto agradó a Ponti, cuya ‘italianidad’ era algo que nunca le preocupó, tampoco no ser lo suficientemente italiano, pero le encantaba que eso se viera”. 

Amaba América Latina. Para él fue una experiencia de total apertura, por lo que este continente puede dar: todos los materiales hermosos, las plantas; también la comida. Hay una anécdota muy divertida que acabo de descubrir: cuando Gio Ponti estaba construyendo Villa Planchart, había otra villa en la que los Planchart lo hospedaron y donde ellos vivían mientras se hacía la construcción. Venezuela estaba bajo una dictadura y la casa donde se alojaban quedaba justo al lado de un aeropuerto privado. Entonces, en medio de la noche, como a las 3:00 a.m., Gio Ponti escuchó un sonido muy fuerte y dijo: “¿Qué es esto?” Hasta que se dio cuenta de que era el avión privado del dictador saliendo de Caracas. Él fue entonces a donde estaban durmiendo los Planchart para despertarlos y decirles: “¡Ustedes son libres! ¡No hay más dictador!”. 

Anala siempre contaba la historia de cómo Gio Ponti fue la primera persona en ver la liberación. Él era parte de eso y por eso amaba quedarse en Caracas. También debido a ello hizo muchos proyectos, aunque algunos nunca se construyeron. Uno fue villa Guzmán, la diseñó él. Tenemos todos los prototipos, pero no se ejecutó. Al menos no hasta hace poco, porque los dueños me escribieron en Instagram diciendo: “¡Oh! Me estoy quedando en la casa de tu bisabuelo”. No sé quién la hizo. Estas son las cosas de América Latina donde probablemente no sepas todo; toca averiguar.

Por Jason Schmidt

LATINNESS: Venezuela era muy vanguardista y sofisticada en ese momento, porque no solo tenían la obra de Gio Ponti, también casas diseñadas por la arquitecta italiana Gae Aulenti.

CATERINA: Sí y los venezolanos querían tener siempre lo mejor y mostrar ese pequeño destello de belleza, ¿sabes? Creo que en ese momento, aunque algunas personas eran muy corruptas, también anhelaban dar a conocer la belleza del país. Pero solo puedo hablar por Gio Ponti, quien intentó incorporar sus conocimientos ancestrales a la ligereza y modernidad del diseño italiano.

Por Jason Schmidt

LATINNESS: A pesar de haber construido decenas de otros edificios en Europa, Villa Planchart todavía se considera una de sus obras maestras. ¿Por qué?

CATERINA: Incluso para él fue una de sus obras maestras. Amaba Villa Planchart y siempre regresaba a ella. Creo que es porque entonces tenía carta blanca para explorar y hacer lo que sintiera. Trabajó con Anala y Armando, y luego hizo una explosión de colores y emociones. Como decía mi abuela: “Gio Ponti tuvo la oportunidad de experimentar con los objetos que hizo solo para Villa Planchart”. 

Fue un desafío estar en la cima de una montaña, su hermosa panorámica y un idioma diferente. Fue el momento perfecto para mostrar quién era él realmente, quiénes eran sus clientes y su vanguardia. La historia divertida detrás de la construcción de Villa Planchart es que Melotti, el que hacía toda la cerámica, odiaba viajar. Siempre que Gio Ponti iba a visitarlo a Milán, mi abuela me contaba que solía esconderse y decir: “¿Y ahora a dónde quiere hacerme ir?”. No era como mi bisabuelo, quien era realmente aventurero y quería explorar y aprender más. 

Cuando él regresó de América Latina, hizo el edificio de Alitalia en Nueva York y se llevó, a través de sus experiencias, algunos de los colores de ese continente para la Gran Manzana. Para él, todo fue un viaje interminable y desarrollo.

Por Jason Schmidt

LATINNESS: ¿Quién vive ahora en Villa Planchart?

CATERINA: Actualmente es una fundación, pero las sobrinas de los Planchart habitan allí. Conocí a Carolina Figueredo durante una exposición que hicimos en el Musée des Arts Décoratifs de París en 2019 que tuvo mucho éxito y colas de más de una hora. Fue tan interesante y tan hermoso, porque descubrí que de sus dos hijos, uno tiene una banda y grabó un video genial en Villa Planchart. Todavía dan acceso a las personas, por lo que es posible visitarla y tomar fotos. Y en ella escuchas música, porque así es que les gusta vivirla, justo como Gio Ponti la imaginó para Anala y Armando: es la villa per vivere.

LATINNESS: Con todos estos viajes, Gio Ponti debe haber sido un gran networker.

CATERINA: Sí. Una de las grandes virtudes de Gio Ponti fue la forma de conectar y de estar al tanto de todos a través de cartas y dibujos. Solía ​​pintar hermosas letras a mano que enviaba a sus amigos y familiares, y a las empresas con las que trabajaba. Algunas de ellas tenían algo más en la parte de atrás. La gente de su estudio también las recibía, solo que en realidad decían: “Por cierto, estamos cambiando todo el proyecto”.

Siempre tuvo nuevos encuentros y, a través de ellos, nuevos clientes. Así sucedió con Villa Planchart, Villa Arreaza y los interiores de Beracasa, en Caracas, además de otros dos proyectos que tenía allí. Creó una comunidad y quienes las recibieron se convirtieron en coleccionistas desconocidos, porque cada carta es como tener una obra de arte ahora.

Por Jason Schmidt

LATINNESS: Me encanta lo que dijiste sobre la comunidad y la forma en que invitó a sus amigos y a su red para ayudar a construir estas obras maestras.

CATERINA: Sí. Para él eso fue muy importante. En Villa Planchart, cada objeto que ves en el interior se hizo solo para Villa Planchart. Por ejemplo, creó unos hermosos jarrones para las orquídeas especiales y las mesas de colores. Mientras estuvo en Venezuela, le encantaban el sol y la luna, por eso son los símbolos más evidentes allí, al igual que los peces; unos muy divertidos pueden verse en el techo de la villa. Le gustaba ser muy juguetón y usó el mismo motivo de la estrella, la luna y el sol para los asientos de Villa Arreaza.

LATINNESS: Él construyó dos Villas en Caracas, ¿cierto? 

CATERINA: Sí. Villa Planchart, que todavía está allí, por fortuna. Y Villa Diamantina, que era hermosa. Desafortunadamente, fue destruida por un heredero salvaje. Cuando el dueño desapareció, al nuevo heredero no le gustó, así que la destruyó.

LATINNESS: ¿Cuál es la historia detrás de Blanca Arreaza?

CATERINA: Blanca era la dueña de Villa Arreaza (también conocida como Villa Diamantina). Ella desapareció. No estoy segura de lo que pasó, pero por lo que dijo mi abuela, esta villa fue creada para fiestas, porque a la familia le encantaba invitar gente para cócteles. Se localizaba  en El Cedrito, pero dentro del Country Club, así que en lugar de estar arriba, como Villa Planchart, estaba abajo. 

Gio Ponti decidió hacer subir el techo para que la vista no quedara bloqueada por la montaña y que de esta forma se pudiera ver algo del paisaje y de la luz junto a la montaña. Tenía un gran techo que cubría siete pequeños patios. También contaba con muchos espacios interiores y al aire libre, porque era lo mejor para los cócteles, y una hermosa piscina pues para Gio Ponti, las piscinas eran muy importantes. Por supuesto, no podía ser una convencional, ya que odiaba las rectangulares; de hecho, la idea era que tuviera cualquier forma. La piscina de Villa Arreaza, o como solía llamarla “hermosísima diamantina”, tenía apariencia de diamante. 

El verde y el azul eran los colores predominantes en Villa Diamantina; también el blanco, para equilibrarlos. Hizo todos los interiores de la edificación, también personalizados, pero la belleza de Villa Diamantina estaba en la superficie o la piel del edificio: estaba protagonizada por pequeñas baldosas que tenían forma de diamante. 

Lo hermoso de las villas de Gio Ponti en América Latina, y en otros lugares del mundo, es que puedes usar los cinco sentidos; no solo la vista, también el tacto. Cualquier superficie que toques, la sentirás realmente; te brinda una emoción. Este tipo de azulejo, la diamantina de Villa Arreaza, era encantador, porque cuando el sol golpeaba sobre este, creaba una sombra. Y mi bisabuelo también jugaba con las sombras. Daba una luz distinta para un tipo diferente de día. Obviamente, en América Latina tienen mucho sol, así que el usar este tipo de baldosas enfría un poco el ambiente, porque lo desvía hacia una zona diferente, dándole sombra. Usó el mismo azulejo en el Museo de Denver, pero esa idea nació en Caracas.

LATINNESS: ¿Qué crees que le gustó más de América Latina?

CATERINA: Bueno, él no quería regresar. Se quedaba por mucho tiempo, incluso más de lo que realmente lo retenía. Por eso vivía muy emocionado, por tener tantos amigos y clientes. Lo más hermoso que aprendí de él es el contacto humano. Eran sus clientes, por supuesto, pero al mismo tiempo, seres humanos. 

Creo que cuando estuvo en América Latina se volvió más apasionado y más vinculado pues supongo que tenía diferentes valores de amistad, al menos en comparación con Italia en ese momento. Mi abuela solía retratarlo como un happy medium; siempre estaba feliz y siempre conectaba. Me convertí en una catalizadora de artistas siguiendo los pasos de Gio Ponti.

No sé si conoces L’Ange Volant, fuera de París. También es una hermosa villa que hizo a través de un encuentro. Él estaba allí de viaje con su sobrina Carla Borletti (mi bisabuela Giulia Vimercati, era de una familia noble de Milán), así que la llevó a París y allí conoció a su cliente, que era Christofle, el de los cubiertos. Su sobrina se enamoró de él, llegó el amor y el bebé fue esta hermosa casa en el campo hecha por Gio Ponti.

Aprendió mucho de la naturaleza latinoamericana e incorporó en lo que hacía la riqueza del trópico. Mi abuela decía esta hermosa frase sobre Villa Planchart: “Villa en Caracas, 1955. Tiene una combinación única de inventos, diseños y delicias, tan rica como la vegetación tropical que incorpora nuevas investigaciones que surgen de los viajes de Ponti en América Latina”. Todo empezó ahí. Latinoamérica es muy rica en materiales y realmente explotó sus sentidos.

LATINNESS: ¡Qué hermoso legado para tu familia!

CATERINA: Tuve mucha suerte porque mi mejor amiga era mi abuela. Estuve con ella veinticuatro horas al día, siete días de la semana, en persona o por teléfono, y aprendí mucho. Por eso pude conocer a Gio Ponti de una manera divertida y hermosa, no en modo escolar. Nunca estudié arquitectura ni arte, solo descubrí que sé hacer las cosas. Probablemente gracias al ADN, pero al mismo tiempo es bueno encontrar tu propio camino para luego volver a las raíces familiares.

 

Fotos cortesía de @catlicitra