Taco de Expendio de Maíz.

DETRÁS DEL LENTE

CIUDAD DE MÉXICO DETRÁS DEL LENTE DE ANA LORENZANA

Ana Lorenzana es una fotógrafa colombiana formada en París cuyo ojo creativo incansable la llevó a la Ciudad de México hace más de 10 años, donde ahora llama hogar.

Fue a través de su trabajo fotográfico en las industrias locales de la moda y el estilo de vida que descubrió una pasión por la gastronomía como fotógrafa de la revista de cultura gastronómica mexicana Hoja Santa. Esto llevó a un pivote de carrera y una posición como la editora de fotografía para Food & Wine en Español  entre 2017 y 2018. 

Su trabajo es fruto de una curiosidad espontánea y una energía contagiosa, y ha aparecido en las páginas de publicaciones como Crash Magazine, Nylon USA, Nylon México, El Espectador, Gatopardo, Travesías, Vogue Hommes, Vogue y 192 Magazine.  Según Ana, no hay dos versiones de la Ciudad de México iguales, por eso, con su mirada particular, nos muestra su versión personal a través de la increíble diversidad gastronómica de la megalópolis.

Instagram: @analorenzana

¿Qué te llevó al mundo de la gastronomía? 

Llegué al mundo de la gastronomía sin querer. Una amiga lanzó una revista de comida e inicialmente me invitó a colaborar haciendo retratos. Poco a poco me involucré más con fotos a restaurantes, espacios, platillos, ingredientes, cocineros y fui entendiendo lo increíble que era ese mundo. ¡Hay tanta gente involucrada! ¡Hay tantas historias que contar! Siempre hay algo nuevo pasando… Siempre hay algo delicioso pasando.

¿A qué sabe la Ciudad de México?

A mí me sabe a esquites y a chamoy.

¿Mejor descubrimiento de comida?

No es un descubrimiento, pero decidí seguir el llamado del silbido del carrito de los camotes. Pasa varias veces a la semana frente a mi casa como a las nueve de la noche. Hace poco me animé a bajar, perseguirlo y probar lo que vende. ¡Es increíble! Su carrito es como un horno andante que se calienta con leña; cuando se llena de vapor, lo exhala y crea ese silbido ensordecedor y tan característico de la CDMX. Este vendía camotes y plátanos; los sirven con leche condensada y canela, y la verdad fui muy feliz. Ahora bajo seguido a perseguirlo. 

Puedes ver este experimento aquí: https://vm.tiktok.com/ZMdkPPqHn/ 

Si tuvieras que escoger ese “algo” preferido de la ciudad, ¿qué sería? 

Es un lugar tan grande y ofrece tantas posibilidades que nadie tiene la misma versión de ciudad. Eso me fascina. Hay un sinfín de planes diferentes, nunca la acabas de conocer. Llevo 10 años aquí y todavía me sorprendo. Va muy rápido, es imparable, es inagotable y cuenta con el mejor clima del mundo. 

¿Qué podría sorprender a un extranjero sobre la cultura de la comida en México?

La diversidad, la calidad y los precios. Se puede comer muy buena comida de todas partes del mundo a precios muy abordables.

Doña Jenny, la quesadilla lady.

Para ti, ¿cómo sería un día perfecto en CDMX, food wise?

Me levantaría bien temprano (seis de la mañana) y desayunaría unos buenos frijoles refritos con huevo revuelto, chilaquiles y un cafecito de olla en la Fonda Margarita. Caminaría un rato pues ya estaría bien llena e iría a Masala y Maíz por una dona de maracuyá. Seguiría andando hasta Cicatriz por un café frío y me sentaría en frente a comerme la dona con el café bajo el sol. No me iría de esa zona sin pasar por La Rifa, donde me compraría una bolsita de mini pretzels cubiertos de chocolate para tener de snack entre mi bolsa. 

Como estoy cerquita, pasaría por Tamales Madre y me comería el tamal de temporada; siempre hay un tamal nuevo delicioso. Continuaría mi camino hasta donde “doña Jenny”, más conocida como la quesadilla lady, un puesto en la esquina de las calles Colima y Mérida, y le pediría sus quesadillas favoritas (link video:  https://vm.tiktok.com/ZMdkmvgUE/). 

Creo que en este punto ya la llenura no me dejaría seguir, pero solo tenemos un día y debe ser perfecto, así que iría a buscar un Nevería Roxy cercano y me comería un helado de coco con chocolate. 

Ojo no hemos terminado, aguanten. 

Descansaría un rato y me iría directo a Meroma, donde pediría el crudo de pesca del día, el orecchiette con merguez de cordero y dejaría que Rodney me escogiera una botella de vino blanco. De postre elegiría la natilla de cacao y si hay una galleta pues, qué suerte tendría. 

Luego de comer, bajaría al bar y seguiría tomando vino hasta el cierre. En ese punto se habrían abierto tantas botellas que tendríamos que ir todos al centro, a los Cocuyos, por unos buenos taquitos de suadero y otros tantos de lengua, de lo que haya, lo importante es cerrar la noche… ahí siempre pasa algo, siempre hay una buena historia que contar al otro día. Recomiendo replicar este gran día de la mano de una cajita de Alka Seltzer.

Norma y Saqib de Masala y Maíz, y sus donas.

Si CDMX tuviera un soundtrack, ¿qué canciones estarían incluidas?

Definitivamente, el silbido del carrito de los camotes y las grabaciones que promocionan tamales: “Acérquese y pida sus ricos y deliciosos tamales oaxaqueños”, sin olvidar… “Se compran colchones, tambores, refrigeradores, estufas, lavadoras, microondas o algo de fierro viejo que vendan”. Esto ocurre todos los días mínimo una vez al día. Es el soundtrack de la ciudad. 

¿Hay un plato que todos deberían probar sin falta cuando vayan a CDMX?

No está todo el año, pero en septiembre, los viernes de chiles en nogada en París 16 son imperdibles. En general uno se divierte mucho en otoño en la CDMX por los chiles y en octubre por los panes de muerto. Todo el mundo debería venir a hacer un tour de panes de muerto y pelear en todas las conversaciones sobre cuál es el más rico (ja, ja, ja). Me encanta esa época.

Pan de muerto.

Tenemos solo 48 horas en la Ciudad de México… ¿A cuáles restaurantes vamos?

No me perdería por nada el Expendio de Maíz, Meroma, Masala y Maíz y la concha de chocolate de la panadería García Madero. Haría el tour de la Lagunilla de Devoured (solo los domingos), iría a tomar vino por las noches en Loup Bar, Hugo o Vigneron; en los tres se come increíble y tienen muy buen ambiente. Sí o sí encontraría un carrito de esquites y los pediría con todo; eso es un manjar y no me iría de esta ciudad sin tomarme una michelada. 

Un domingo en la Lagunilla se ve algo así: https://vm.tiktok.com/ZMdktuLoM/

Masa de maíz nixtamalizado en Expendio de Maíz.
Ana y la nixtamalización en Expendio de Maíz.

¿Qué es lo más especial y único de la gastronomía de la ciudad, algo que no hayas visto en ninguna otra parte? 

Ya no podría vivir sin el picante. A TODO se le pone salsa, todo pica… Todavía no lo puedo creer, ¡Es genial! A la fruta le echan chile en polvo y chamoy, a la cerveza también. ¿Han visto los dorilocos? Son Doritos con salsa Valentina, chamoy, jicama, pepino, cacahuate japonés, chicharrón, jugo de limón más salsa (https://vm.tiktok.com/ZMdknd84v/). En este país la cantidad de gestos que uno hace comiendo es increíble, es una fiesta. De verdad, no quiero vivir sin que todo pique, de hecho este año lanzamos con unos amigos @salsas_iki, asi que si vienen a México no duden en probarlas: Iki con todo.

Salsas IKI.

¿Alguna palabra o slang local? 

NO MAMES para todo, ja, ja, ja.

¿Qué es lo que más disfrutas de vivir en CDMX?

Esta ciudad me lo ha dado todo. Le estoy muy agradecida, es mi casa, disfruto mucho entenderla, saber vivirla, poder caminarla y comérmela toda.

Mango con chamoy.
Dorilocos con Salsa IKI.
La galleta de Meroma.
Natilla de chocolate con crumble de cacao y sorbete de coco.
Maíz en Tamales Madre.
Tamal de cacao en Tamales Madre.
Crudo del pesca del día en Meroma
Vinos en Loup Bar.

Imágenes cortesía de Ana Lorenzana. Retrato por Guillaume Guevara.