LATINNESS: Nos hemos vuelto tan insensibilizados por los medios tradicionales donde escuchamos noticias repetitivas sobre guerras y feminicidios tan a menudo, de una manera tan factual y sin emociones. En los últimos años, en todo el mundo, artistas, músicos y autores han logrado abrirse paso y crear un cambio real a través de su trabajo. Lo que estás haciendo es esencial para difundir conciencia y realmente llegar a las personas en un nivel más emocional y personal.

ELINA: En retrospectiva, cuando pienso en el momento en que empecé, hace ya 15 años, había jovencitas que todavía ni nacían y que ahora ya hablan de feminismo. Sé que no soy la única artista que lo hace, hay mucha gente que genera conciencia a través de las artes. Por supuesto, creo que pretender un cambio social, es algo muy ambicioso. Pero los procesos se dan y empiezan con la conciencia de lo que pasa. Ya no vives en automático, repitiendo lo que se había repetido y que daña, porque la violencia hacia las mujeres no nos daña nada más a las mujeres, afecta todo el tejido social.

LATINNESS: Aparte de tu serie de los Zapatos Rojos, hiciste otra llamada A Corazón Abierto, inspirada en la historia de la artista italiana Pippa Bacca y su propio feminicidio. ¿Qué significó esta historia para ti y cómo se relaciona con tu proyecto con Dior?

ELINA: Inicié en 2013 cuando conocí la historia de Pippa Bacca; me impactó muchísimo, entonces quise realizar un homenaje con una pieza. Mi intención era que se repitiera su nombre, y al hacerlo, dar a conocer su historia. Y bueno, te enteras de lo que le pasa a las personas y las consecuencias, incluso a nivel emocional, como me ocurrió a mí. 

Lo que hice fue este performance que se llamaba Novias en Tour, en el que unas mujeres viajaban por la Franja de Gaza vestidas de novia y una parte de ellas se separa. A Pippa se la lleva un tipo que la viola y la asesina. 

Para ello, conseguí un vestido de novia. 

La obra de Pippa tenía que ver con el tema de la confianza en el otro, que era como una especie de matrimonio con las culturas, así que había esta liga con el vestido. 

Empecé a preguntarle a la gente el significado de “confianza”. Todos tenemos uno específico; entonces, bordé los que pude en el vestido, emulando un poco a la Pippa a donde viajaba… Me llevaba el vestido y bordaba en ese lugar, para recordarla, contar su historia y obtener más descripciones de confianza. 

María Grazia ya había visto Zapatos Rojos en Milán y fue, precisamente, la primera instalación internacional que hubo. Después, ella se convirtió en la Directora Creativa, así que siempre me tuvo presente. 

Luego, se dio la oportunidad del proyecto que iban a hacer aquí en México y también había visto la pieza de Pippa. Nos reunimos y hablamos; me preguntó qué quería hacer: si una pieza para los muros o alguna otra cosa. Opté por intervenir unos vestidos, pues es algo que se deriva del proyecto de Pippa Bacca, aunque es una pieza que se desprende; digamos, es otra. 

Así es como nace A Corazón Abierto: vestidos que tienen un mensaje, una denuncia, algo relativo al feminismo. Hay unos inspirados en Frida Kahlo, que fue mucho el tema del show, piezas de ella que tenían que ver con el feminicidio.