CAFECITO CON

JOHANNA ORTIZ: “VIVIR EN COLOMBIA ES  LO QUE ME NUTRE MI PARTE CREATIVA”

Nombre:  Johanna Ortiz 
Profesión: Diseñadora de moda
Lugar de nacimiento: Cali, Colombia
Signo Zodiacal: Libra
Instagram:  @johannaortizofficial

 

LATINNESS: Ya conocemos tu historia de éxito, por eso hoy queremos enfocarnos en el trabajo que haces behind the scenes. En especial ahora, en momentos de pandemia, y con la crisis en Estados Unidos, pues sentimos que el consumidor está pidiendo más que solo diseños lindos. Empecemos con Cali, donde estás basada. Hemos leído que muchas personas quedan sorprendidas cuando descubren que tu marca es 100 % hecha en Colombia….

JOHANNA:  Cuando la gente no entiende que yo no estoy viviendo en Nueva York, y me preguntan ‘¿vienes cada cuánto a Nueva York?’, yo creo que no entienden la vida de los latinos, la vida de familia y de estar todos; de ser todavía una mamá, como somos todas nosotras, que somos presentes. Viajamos, pero hay un compromiso de volver los fines de semana para poder estar en familia. Yo creo en esa esencia de vida como un poquitico normal. A mi me encanta ver la gente con quien yo crecí. Me encanta esta familia, y tener cerca a mi mamá y tener cerca a la familia de César, y que los niños crezcan con ese ambiente de familia, me parece importantísimo. Para mi nunca fue cuestión de ‘As soon as I give that step, me voy a vivir a Nueva York o a Miami para estar más cerca’. Nunca lo pensé.

Para mí vivir en Colombia es lo que me nutre la parte creativa. Estar acá y salir a caminar por las calles –que a lo mejor no son lo uno espera de una ciudad que te inspira a crear, como París–, me inspira. Me inspira poder ver a la gente, y es que Cali tiene una mezcla cultural súper importante, porque vienen personas de muchas partes de Colombia, entonces es multiétnica. Esa multietnicidad también te da, culturalmente, una inspiración. Creo que las colecciones hechas desde acá, y desde Cali, van a tener esa esencia. En el momento en que salga y viva en otro lado, van a tener otra. Por eso, para mí, estar en Colombia y especialmente en mi ciudad ha sido súper importante.

Johana y familia
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LATINNESS: No fuiste la primera diseñadora en crear una marca hecha en Colombia, pero sí, gracias a tu éxito, has sido la primera en demostrar que se puede hacer una marca de lujo 100 % colombiana. Has inspirado a muchos diseñadores a soñar, no solo en tu país, sino en la región. ¿Estás consciente de ello? ¿Pensaste que tu trabajo iba a tener esa repercusión? 

JOHANNA: Creo que las cosas siempre pasan en el momento perfecto. Tuve la fortuna de tener un buen timing a la hora de hacer una colección y de que se encadenaran todas las cosas: de contar no solo con una luz creativa, sino también, y al mismo tiempo, con un momentum, un instante en el que la gente estaba buscando algo que había creado. Así es que se da lo mejor. 

Ese whatever Latin American Vibe Chic, que supuestamente es como se conoció la marca afuera, we all had it, ya todos lo teníamos. Siempre he dicho que durante algún tiempo nos inspiramos en lo que estaba pasando afuera, en los desfiles internacionales, y nos olvidamos de nuestra cultura, de nuestras cosas y de todo lo que había acá… de todas estas mujeres. Nadie lo había capitalizado. Y en el momento que lo vi así fue como “Oh wow, I love this”.

A las latinoamericanas nos gusta arreglarnos y vestirnos bien para ir a un almuerzo o para ir a la oficina. A lo mejor eso no era tan claro. ¿Y qué si soy consciente? Estuve en una entrevista con Vogue, con Karla, y puso eso: “Johanna Ortiz, la que le abrió la puerta a los diseñadores latinoamericanos y colombianos…”. Y pues, I really feel like we had all the talent, acá ya estaba el talento. Fui la que tuvo el golpe de suerte, a lo mejor entré primero, pero the talent was there. Es una región muy talentosa; sobre todo Colombia se ha distinguido por tener muy buenos diseñadores desde hace mucho tiempo.

LATINNESS: Muchos piensan que fuiste un overnight success, pero la realidad es que fueron años de trabajo arduo. Cuéntanos un poco tu punto de vista.

JOHANNA: Creo que las cosas que mucha gente piensa que pasan overnight, han sido trabajadas. Hoy estaba dando una charla a un consejo de mujeres de la Vicepresidencia de la República con el SENA y eran emprendedoras. Estaba buscando quotes para decirles y me encontré con este: “todo el mundo piensa que son un overnight success la mayoría de los success stories, pero toman mucho tiempo y hay fracasos y cuestan lágrimas. Es caer y levantarse; volver a acordarse todos los días “What is my dream? ¿Hacia dónde voy? ¿Cuál es mi visión?”, y que todo mi equipo esté coordinado bajo la misma visión, el mismo propósito, el mismo objetivo y los mismos valores. A mi equipo le digo todo el tiempo: “Vamos así, that’s our way of doing it”, y el equipo enfocado hacia el mismo punto. It’s not an overnight success, it’s sixteen years.

LATINNESS: Leí que hiciste una pasantía en MTV Networks Latinoamérica en Miami. ¡Yo también!

JOHANNA: Estaba en Los Andes estudiando diseño textil. Mi papá, que ya está en el cielo, y mi mamá eran del pensamiento de que mi hermana y yo fuéramos niñas súper cuidadas. Quería estudiar en Parsons, pero no me dejaron vivir en Nueva York. Para ellos, que me fuera sola a esa ciudad era como “¡No!”. Entonces, me inscribí en Los Andes y después, en unas vacaciones en Fort Lauderdale –teníamos un apartamento allí–, vi el Art Institute de Fort Lauderdale, así que les insistí: “¡Pero entonces déjenme estudiar acá!”. Y así lo hice.

Luego, en un placement office, cuando ya me había graduado, les aseguré: “Quiero hacer un internship”. Allí también hacen Broadcasting en la universidad y me metí a ver todos; ninguno me interesaba. Además, en Miami, ¿qué de interesante iba a encontrar en 1994? Entonces vi MTV LATINO TAAR, que era Talent and Artist Relations, y pensé “I can do that”. Aunque me estaba graduando de fashion designer, dije “no importa”. Apliqué y la que maneja hoy día Apple Latinoamérica, she was my first boss. Hice un internship de 6 meses y me lo alargó por un año. Aprendí a hacer las mejores fotocopias, I went to Starbucks… ¡O sea, la mejor de todas!

LATINNESS: Cuéntanos más sobre El Semillero. ¿Cómo surgió el proyecto?

JOHANNA: El Semillero es el motor y la gasolina del atelier, la esencia de profesionalizar esas manos creativas que ya tienen un conocimiento. El Semillero normalmente hace alianzas con fundaciones, y ya hemos trabajado con varias. Estas nos recomiendan hombres o mujeres, no tenemos preferencia. ¡La diversidad es bienvenida toda! La fundación selecciona grupos de más o menos 15 personas con un conocimiento básico de costura, o si va a ser de bordado, de bordado. 

Entran con un acompañamiento psicosocial por parte de la fundación y nosotros los guiamos en cómo crear un negocio, cómo recaudar plata, cómo cobrar, cómo hacer un PyG. Cosas muy simples, pero que, usualmente, no conocen, y les damos 300 horas de educación. Tenemos constantemente en nuestro atelier, una profesora que solo se dedica a enseñarles terminados de alta costura. Aprenden cómo hacer un french hem, cómo hacer que en el bolero quede el pespunte, cómo medir… Realizan 300 horas de training y se especializan en terminados de alta costura. 

La mayoría puede aplicar para trabajar con nosotros en el atelier, pero muchos hacen su propia compañía con el conocimiento adquirido y después me mandan regalos de lo que están produciendo. La verdad es que es súper gratificante porque hay unos muy talentosos que se quedan trabajando con nosotros y otros que establecen sus propios negocios y les va muy bien. Dura entre dos y tres meses. Nos ocupamos, obviamente, del transporte, porque la mayoría de las veces vienen de comunidades que quedan bastante retiradas. Les damos también alimentación, más la educación, más el acompañamiento de la fundación, porque, obviamente, la parte psicosocial es muy importante. Muchos han sido abusados o han sufrido desórdenes alimenticios o depresiones, pero tienen el conocimiento de coser. El único requisito para entrar es que tengan lo básico.

LATINNESS: ¿Cuánto tiempo llevan con este proyecto?

JOHANNA: Empezamos hace dos años largos y creo que ya tenemos, aproximadamente, unos cien graduados. Este año hicimos el curso con bordado, porque había grupos interesados en aprender a bordar. No te imaginas lo que salía de sus manos, ¡Alucinante! Actualmente estamos con dos cursos, antes no teníamos tantas máquinas. Tuve que comprar otras para la escuela pues no podíamos recibir más personas. Ahora contamos con un módulo de costura y otro de manualidades y bordado.

LATINNESS: ¿Cuántas personas emplean en Cali?

JOHANNA: En este momento tenemos 360 personas. En Zona Franca, que es la planta de producción, trabajan unas 260, y las otras están en el atelier, en donde quedan las oficinas. Allí no solo hay confección, también está la parte administrativa, contabilidad, finanzas, mercadeo y ventas.

LATINNESS: ¿La mayoría son mujeres?

JOHANNA: Sí. Contratamos a un financiero que es hombre, pero es chistoso porque we can do our nails; nos cortan el pelo en la oficina, nos hacen las uñas a todas, la una llega con el perro, la otra con el hijo, entonces claro, él no entiende mucho este ambiente. Es financiero y el psicorrígido del paseo. Es un matriarcado, ¡We rule!

LATINNESS: Hay muchos cambios sucediendo en la industria de moda a raíz de la pandemia, en particular el desplazamiento de las temporadas y las colecciones. ¿Qué opinas sobre esto? ¿Vamos a ver un cambio en el ritmo de las colecciones con Johanna Ortiz?

JOHANNA: No hay una fórmula correcta. Para mí, el ritmo era una locura. Estábamos haciendo seis colecciones al año, más tres cápsulas, un poco over the limit, tanto para mí como para todo el equipo de diseño, mercadeo y ventas; nos sentíamos un poco saturadas. 

El mercado se satura porque el markdown se vuelve inmediato. Si la producción se demoraba un poco en llegar, se iba de una a markdown y, la verdad, la colección no tenía una larga vida. Entonces, sí nos toca bajar el ritmo, sobre todo porque ahora es necesario hacer más specialty pieces que tengan historia, que cuenten un cuento. Hay más valor en estas que en producir por producir. Pero tenemos una capacidad instalada para hacer colecciones, entonces, obviamente, we need to get really creative and try to make it work con menos. Sin embargo, creo que es más un tema de deliveries que de bajar las colecciones.

Les pongo un ejemplo: en enero, presentamos Pre-Fall en París y dos meses después, Fall-Winter; fueron dos colecciones muy seguidas. Ahora lo que se está buscando es unir las dos colecciones –la pre-colección y la colección– y volverla una, pero con deliveries diferentes. No puede ser que en enero vayan los buyers a París, luego en marzo, después otra vez en junio y finalmente en septiembre. Es mejor parar esos schedules así, de itinerarios tan frenéticos y presentar las colecciones con diferentes entregas. Eso es lo que creo que se está haciendo cuando dicen solamente dos colecciones al año. Porque, igual, no van a aguantar seis meses con la misma ropa del diseñador. Son diferentes deliveries mostrados en un solo momento.

LATINNESS: Nos encanta que en tus últimas colecciones hayas colaborado con distintos diseñadores colombianos de accesorios como Verdi, Monolito o Cano. Usas tu plataforma para mostrar estos talentos de Colombia. Cuéntanos, ¿cómo nació esta iniciativa?

JOHANNA: Pues, la verdad, nunca había sacado accesorios, hasta ahora, que decidí crear una colección pequeña. Para mí siempre han sido esos complementos que hacen el look, que realmente it gets a twist, y una forma de darles la oportunidad a otros diseñadores colombianos para que la gente conozca un poco más de su trabajo. Ha sido súper, súper chévere. En esas alianzas aprendo muchísimo porque, they have the talent, tienen productos increíbles. Ellos pueden mostrar sus piezas y estar conmigo, tanto en Moda Operandi como en Net-a-Porter, o en otros lugares donde vendamos. Obviamente, siempre les decimos: “ojalá los escojan todos los retailers que nos compran”, y ha pasado. Con Verdi nos fue muy bien, la verdad. Creo que fue una buena colaboración

LATINNESS: Como Directora creativa y emprendedora, ¿qué quieres lograr con Johanna Ortiz como marca y con tus piezas?

JOHANNA: Siempre he pensado que la ropa te ayuda, it adds up, en tu estado de ánimo, y creo que se vuelve esa herramienta que me permite mostrar lo que puedo dar. Soy creativa, soy diseñadora, quiero que la mujer se sienta divina cuando se ponga algo mío, quiero que el esposo diga ‘Wow, you look amazing’ y quiero que sea la que más baila en la fiesta. Quiero que se acuerde de ese vestido y que lo vuelva a usar de diferentes formas y en diferentes ocasiones. Cuando estoy creando me pregunto todo el tiempo: “¿Dónde usaría ese vestido?” y “¿A quién se lo vería puesto?”. Me empiezo a imaginar en todas ustedes, en cómo creo que lo llevaría fulanita y con qué zapatos, en cómo ella probablemente se lo pondría para una boda y yo para un almuerzo… Siempre lo vuelvo una historia y es una forma de darle un poco de emoción al day by day. Eso es lo que hace la moda.

LATINNESS: ¿Tienes algún proyecto creativo que te gustaría cumplir?

JOHANNA: Soy una profesora frustrada y creo que la escuela, El Semillero, me ha dado la oportunidad de cumplir ese sueño. Por eso quiero fortalecerlo cada vez más y participar más en él.

LATINNESS: Y para terminar, ¿algún consejo que hayas recibido en tu carrera y que te haya servido?

JOHANNA: Uno que me marcó muchísimo al principio. Me lo dijo Lauren Santo Domingo: “Say more no, than yes”.

LATINNESS: ¿Y sí lo has aplicado?

JOHANNA: I’m more of like a yes person, ja, ja, ja.

Fotos: cortesía de Johanna Ortiz